Farooksh Bulsara, más conocido como Freddie Mercury, no fue uno de los miembros fundadores de Queen: aunque resulte difícil de creer para algunos, el nacido en Tanzania se sumó al grupo dos años después de su fundación. Según reportan diversos medios y se cuenta en la biopic Bohemian Rhapsody, el grupo británico arrancó en 1968 bajo el nombre de Smile. Por entonces, el guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor y el cantante Tim Staffell formaron un proyecto de hard rock psicodélico.
La banda funcionó bastante bien durante sus primeros meses y firmó contrato con Mercury Records en 1969. Al poco tiempo, tuvo su primera sesión de grabación en los Trident Studios. Sin embargo, Staffell se cansó rápidamente de tocar en locales pequeños y abandonó la agrupación en 1970. Meses más tarde, el elegido para reemplazar a Tim fue Freddie, quien por entonces era un seguidor del trabajo de May y compañía.
Mercury conocía a Stelling porque ambos eran alumnos del Ealing Art College y ya se había ganado el cariño de todos los integrantes de Smile. Además, ya asesoraba a la formación a nivel estético y los acompañaba en algunas giras. Por otra parte, él ya había sido vocalista de bandas como Ibex, Wreckage y Sour Milk Sea. Con todo eso a su favor, fue bastante lógico que él pasara a ser parte del grupo que tanto admiraba.
La inclusión de Mercury fue la mejor decisión posible: además de tener una voz formidable y un gran carisma, el artista cambió el rumbo del conjunto musical al rebautizarlo como “Queen”. Dicho nombre era tan simple como ambivalente porque hacía alusión a la poderosa monarca del Reino Unido y a la palabra con la que se solía designar a los hombres homosexuales en Londres. En 1973, Trident consiguió que un ejecutivo de EMI escuchara el primer demo de la agrupación, y a mediados de ese mismo año salió su disco debut. El resto es historia.