Como toda gran banda, a los Ramones los acompaña un séquito de anécdotas, hitos, desgracias y leyendas que acrecientan aún más el mito del grupo punk más importante de la historia. Por fuera eran una pared violenta e inquebrantable y parecía que nada los podía corromper. Sin embargo, la realidad del grupo neoyorquino era menos desdichada.
Joey y Johnny Ramone eran perfectos opuestos. No tenían nada en común, salvo el hecho de tocar en la misma banda. La música era realmente el único punto de encuentro entre los dos y, en definitiva, era el compromiso tácito que los mantenía juntos a pesar de sus tajantes diferencias. Sin embargo, en la historia de la banda hubo un hecho en particular que hizo que su amistad se terminara para siempre.
Se sabe que una de las discrepancias más fuertes entre los dos Ramones fue su ideología política. Mientras que Joey era de izquierda liberal, con una mirada y actitud progresista ante la vida, Johnny era un ferviente republicano, conservador y ultraderechista. En su autobiografía Commando el guitarrista lo deja bien en claro y cuenta las innumerables veces que tuvieron violentas discusiones por eso.
Uno de los episodios más significativos, a raíz de estas situaciones, resultó cuando la banda atacó a Ronald Reagan en “Bonzo Goes To Bitburg”. La letra de la canción le vino a Joey como una crítica después de que el expresidente de los Estados Unidos visitara un cementerio Nazi en Bitburg, Alemania. Johhny estaba tan horrorizado y enojado con la canción, que de alguna manera logró convencer a sus compañeros de cambiar el nombre del tema a “My Brain Is Hanging Upside Down”.
La situación entre los dos se complicó aún más cuando Linda Danielle, la novia de Joey, un día decidió dejarlo sin darle muchas más explicaciones. Lo que el frontman jamás se hubiese imaginado era que su exnovia se pondría en pareja con el mismísimo Johnny, su némesis. Ya nada volvió a ser lo mismo. La relación entre el vocalista y el guitarrista finalmente se rompió y no volvieron a hablarse; si lo hacían, era mediante un intermediario. ¿Lo más increíble? El tema nunca se charló, pusieron a la banda primero y decidieron seguir tocando juntos, a pesar de todo.
Joey finalmente canalizó su enojo y decepción en el ya clásico de la banda “The KKK Took My Baby Away“, como una metáfora y guiño a su compañero por ser xenófobo, racista, de derecha y, claro, por haberle robado a su chica. O por lo menos eso es lo que la mayoría de los fans eligen creer ya que, años atrás, el hermano de Joey desmintió que esto fuese así.
Johnny y Linda se casaron y estuvieron juntos hasta los últimos momentos de vida del guitarrista en 2004. En una entrevista con el medio Fox News, Linda habló sobre la situación que vivió con ambos miembros de los Ramones. “La gente siempre decía ‘Oh, le rompió el corazón a Joey’. Era nuestro primer amor, el que teníamos con Joey. Fue muy profundo y especial. Pero en cierto momento Johnny se enamoró de mí. Cuando Joey se enteró no tenía otra opción que aceptarlo o separar la banda. Ninguno de nosotros, de los tres, se puso a sí mismo adelante. La banda siempre estuvo primero. Así fue y todos lo sabíamos”.