Las rivalidades parecen ser un aspecto inherente a la cultura del rock. En los 60 ya The Beatles y The Rolling Stones eran pensados como dos bandos entre los cuales había que elegir; en lo 90 entre Oasis y Blur se cocía una competencia sobre cuál era la banda más representativa del britpop. En la Argentina de los 80 -momento en que el rock vivía una ebullición sin igual- se desplegaron artistas y géneros diversos que también dieron lugar a las rivalidades. Una de ellas se creó entre Sumo y Soda Stereo: como la mayoría de estos enfrentamientos, parece no haber nacido desde las bandas sino desde el propio público, que ejercía la pertenencia defenestrando a su opuesto.
El tiempo pasa y así que es un día, Ricardo Mollo -guitarrista de Sumo-, y Gustavo Cerati -líder de Soda Stereo- llegaron a compartir escenario y unir a sus públicos a través de la música. Corría 2006, Cerati había estrenado el disco Ahí vamos y, con motivo de la presentación, Mollo se comunicó con él para autoinvitarse a tocar en un tema. Con el objetivo demostrar a sus seguidores que no existía tal rivalidad, el guitarrista fue parte de la presentación de Ahí vamos el 1 de julio de 2006 en Obras: “Le dije de tocar la guitarra, para disipar todas esas historias que originalmente no están en la situación de los músicos”, reveló Mollo a La Viola.
Mollo propuso sumarse a tocar la guitarra y Cerati inmediatamente sugiere que sea parte de la canción “Bomba de tiempo”. Para sorpresa del excantante de Soda Stereo, el guitarrista pidió hacer “Crimen”, definitivamente la canción más popular del álbum y hasta el día de hoy una de las más exitosas de la carrera solista de Cerati. “Se quedó sorprendido, no se esperaba de ninguna manera que yo le propusiera eso, y terminamos haciendo las dos, ese y ‘Bomba de tiempo'”, recordó Mollo.
La noche del concierto, Ricardo Mollo fue presentado con honores por Cerati y el público lo ovacionó. Tiempo después del show, el cantante de “Zona de promesas” describió la experiencia como: “Uno accede a un escalón superior cuando conecta con un músico como él”, refiriéndose al ex Sumo. Las dos canciones quedaron inmortalizadas en el registro en vivo y se convirtieron en el final de la supuesta rivalidad, al menos de parte de los músicos.
Por si quedaba alguna duda de que la rivalidad era solo un mito urbano, Cerati dijo a La Viola posteriormente al show: “Los públicos pueden parecer distintos. ¿Cómo uno lo puede definir? Hay gente que le gusta más una cosa que otra. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y tengo un agradecimiento muy especial. Cuando nos robaron los equipos con Soda Stereo, él me prestó sus guitarras y me salvaron”.