Led Zeppelin es una de las bandas más míticas de todos los tiempos. Su relación con el ocultismo, su poderosa formación y la temprana muerte de su baterista, no hicieron más que erigirla desde el misterio, la psicodelia y la grandeza. Uno de los hinmos de la banda es “Stairway to Heaven“, la canción de 8 minutos de duración incluida en el álbum Led Zeppelin IV (1971) y que consta de múltiples secciones, una más grandilocuente que la otra.
El dulce arrullo de una guitarra al comienzo, las flautas y la desafiante voz de Robert Plant, anuncian el comienzo de lo que será un final dramático y triunfal. “Stairway to Heaven” contiene, además, uno de los solos más paradigmáticos del rock y es una de las canciones más simbólicas del género ya que recorre diferentes estadíos e instrumentaciones.
Pero, ¿qué dice Robert Plant acerca de obra maestra en la que no solo fue intérprete sino también el creador? Aquella letra y melodía salieron de la cabeza de Plant cuando él tenía 23 años; hoy, con más de 70, su visión de las cosas es distinta, y parece no sentirse tan identificado.
En una reciente entrevista con Ultimate Classic Rock, el músico declaró: “Por supuesto que fue una buena canción. Su construcción musical real es muy, muy buena. Es uno de esos momentos que realmente puede sostenerse sin una voz y, de hecho, se mantendrá nuevamente sin una voz, estoy seguro, porque es una buena, muy buena pieza musical”.
Objetivamente, Plant aprecia la canción: “No tendría intención de escribir esas líneas abstractas. Lo miro y me quito el sombrero y creo que hay partes que son increíbles”.
Sin embargo no deja de elogiar a sus compañeros y se refiere a que su trabajo allí ya no lo identifica:
“La forma en que Jimmy Page dirigió la música y la forma en que los tambores llegaron casi al clímax y de ahí en adelante… Es una pieza muy hermosa. Pero ahora no estoy seguro de ella lírica e incluso vocalmente”.