El sonido de Robot Zonda es un torbellino feroz que refleja la trayectoria misma de la banda argentina. El título de su nuevo álbum, Uff, revela más que una simple onomatopeya: encapsula una gama de emociones, desde lo bueno hasta lo malo, y su deseo de abrazar un enfoque más variado. De esa forma, la banda atraviesa sonoridades del hard rock, el punk y el pop, en canciones que tienen tanto de humor como de intensidad rockera.
“Yo creo que todo lo que uno tiene que hacer en la vida tiene que ser de forma natural, tiene que ser sincera, y no una pose -cuenta el cantante y compositor Francisco Mazzeo alias Kiko Robot en conversación con Indie Hoy-. O sea, el chiste de ser un rockstar y de ser una estrella de rock es porque vos sos así. No es que estás jugando“. Esa actitud atraviesa cada track de Uff, desde la potente apertura de “Acá la fiesta empieza hoy”, hasta la reversión del clásico de Oasis “Rock ‘n’ Roll Star”.
¿A qué está ligada la expresión del título, Uff?
Hay una cuestión que para mí, desde el momento que nosotros vivimos, es una expresión re deforme, porque ocupa muchas aristas. Uff puede ser algo bueno o algo malo, a la vez puede ser un montón. Engloba todo. Y yo, justamente, soy medio obsesivo con todo. Además, queríamos plantarnos en una situación un poco más pop rock y Uff le daba esta cosa medio pop, medio kitsch.
¿Cuáles son tus obsesiones?
Mis papás son músicos y músico-terapeutas. La primera vez que toqué en vivo en mi vida fue a los cuatro años. Y, de alguna forma, soy un obsesivo monotemático de la música. Desde chiquito empecé a estudiar. La primera vez que toqué fue en la batería y después se expandió como un virus. Empecé con piano, guitarra, bajo, batería, canto. Mi obsesión es la música, estoy todo el día haciendo eso.
¿Cuánto tiempo abarcó la producción del disco?
Hay una frase que a mí me gusta mucho de un filósofo que dice que a veces estar tan adelantado es como estar muy atrasado. Entonces, la realidad que yo llevo en mi vida y en mi casa desde chiquito no es la realidad de todas las casas. De hecho, yo iba a las casas de otras familias y me acuerdo de llegar a la casa de mi vieja y decirle que quería una familia normal. Ahora que pasó el tiempo, digo, uff, menos mal que me tocó esta. Me parece que este disco lo podríamos haber hecho tranquilamente hace 10 u 11 años. De hecho, hay canciones que son de ese entonces, pero no era el momento para sacarlas. Trato de no meterme, pero hay algo inevitable que me toca que es la industria de la música. A nosotros nos atravesaron las plataformas digitales. Ya se sabe cómo funciona esto. Viene un agente de prensa, un manager o un sello y te empieza a atormentar para que saques un disco. Pero justo salió YouTube, Spotify, así que pusimos un freno, porque se estaba armando todo de vuelta. Nosotros venimos del principio del 2000, vivíamos con el CD y después fue el MP3. Esto es muy nuevo, al igual que el Instagram.
¿Qué significa para ustedes poder retomar una idea tanto tiempo después?
En ese entonces nosotros no nos sentíamos freaks ni unos raros, pero hace 10 años las cosas no eran igual. Pensamos que la gente no está entendiendo mucho nuestra apertura mental, nuestra forma de hablar. Yo hoy en día me siento más allegado a un chico de 17 o 20 años que a un chabón de mi edad que es mucho más estructurado. Nosotros tenemos una estructura armada que es mucho más libre, mucho más relajada, mucho más musical, mucho más artística. El show es mucho más al palo, algo que se vive hoy en día donde efectivamente a una banda de trap le pueden decir rock. Nunca recibimos nada negativo, sino una sensación de que la industria no estaba yendo para ningún lado. Un amigo mío que trabaja en sellos discográficos siempre dice que nos tocó este tiempo, nos tocó esto. Veníamos post-crisis 2001, post-Cromañón. Entonces, cuando de repente explotaron las plataformas, dijimos “es nuestro momento”.
Tras publicar una seguidilla de singles, ¿por qué la decisión de englobarlo en un álbum?
Cuando vimos que daba para sacar discos de esta forma, decidimos sacar un single por mes con un show para presentarlo. Fue una seguidilla de once shows asesinos durante todo el año que culminó con la presentación del álbum.
¿Qué conceptos rodearon la creación de Uff?
La dinámica del álbum es realmente lo que yo vivo en mi vida. Transformo y hago una licuadora con toda la basura que me llegue y que me toque. Me rompiste el corazón y eso me lleva a una fiesta y pasarla bien. Capaz que el cantante de Radiohead te hace un disco re bajón, yo dije “no, chabón, esto es para disfrutarlo”. Me rompieron el corazón, me destruyeron, vamos a pasarla bien, vamos a salir con amigos, salir a ver bandas y sentir la noche.
¿Por qué decidiste homenajear a Oasis con “Rock ‘n’ Roll Star”?
Cuando yo era chico escuchaba heavy metal y punk rock, pero también fanático de Soda Stereo, Los Natas y Cannibal Corpse. Dentro de ese melange de ser músico y escuchar un montón de música, una de las bandas que a mí más me gusta es Oasis, en todo sentido, desde la música, desde esa cosa medio como que es un Sui Generis con distorsión. Eso me copa mucho. Una vez Keith Richards dijo que si te gustaba un libro o una película es porque algo de eso tenés vos. Y hay una actitud así muy Gallagher que yo la tengo: me chupa todo un huevo, siempre para adelante, tengo mis convicciones y no me importa nada. Y después una cosa que me tocó, que es haber nacido en una familia de músicos y poder haberme dejado ser un rockstar sin que me hayan internado.
¿Cómo transportás toda esa energía al vivo?
Nosotros no somos personas que van a tocar y listo. El show lo planteamos como espectáculo. Vemos a nuestro público como una congregación, de alguna forma así medio mitológica, y le decimos la familia Robot. Porque viene mucha gente, por eso utilizamos horarios donde pueda venir todo el mundo, de todas las edades. Trabajamos el espectáculo de una forma muy obsesiva, que tengan mucho punch los bombos, que se escuche bien la música. Lo que es rock, que se escuche rock. Lo que es más pop, que se escuche pop. El espectáculo de las luces, la indumentaria. Lo trabajamos de ese lado, y además nos gusta y nos sale natural. No es que estamos jugando a que somos una banda. Realmente lo sentimos.
Escuchá Uff de Robot Zonda en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).