Pocas bandas han sabido conjugar el verbo “rockear” con tanta eficacia como AC/DC. En sus primeros años, buena parte del éxito del grupo australiano se debía a la impresionante habilidad y el arrollador carisma de Bon Scott, su vocalista original.
Incluso 40 años después de su trágica muerte, a Bon se lo sigue considerando como uno de los cantantes más emblemáticos de la historia del rock. Aunque el músico nació en Escocia, residió en Australia desde los 6 años. A partir de su adolescencia fue vocalista de diferentes agrupaciones, hasta que en 1974 probó suerte con AC/DC. Gracias a su excelente entendimiento creativo con Malcolm y Angus Young, las cosas marchaban muy bien en el estudio de grabación y sobre el escenario. Así que en los años siguientes consiguieron destacarse como ídolos del hard rock y tocar en diferentes latitudes.
No obstante, Scott partió de este plano el 19 de febrero de 1980 cuando tenía apenas 34 años. El deceso ocurrió luego de que Bon salió a beber con algunos amigos. El cantante tuvo la desventura de quedarse a dormir en un automóvil estacionado en East Dulwich en Londres en pleno invierno. El informe oficial de los forenses señala que el rockero falleció por “intoxicación etílica aguda” y calificó el hecho como una “muerte por desventura”. Sin embargo, todavía se debaten arduamente varias teorías en torno a su temprana partida.
Tras ello, AC/DC pudo seguir adelante con su carrera con Brian Johnson, pero nunca dejó de homenajear a su antiguo cantante con eventos como el festival que se realizará el próximo primero de marzo en una autopista de Perth, Australia.
Para honrar una vez más el legado de Scott, te invitamos a disfrutar de su impresionante interpretación vocal de “Let There Be Rock”, canción que él compuso junto los hermanos Young y que se convirtió en un himno desenfrenado del rock clásico.