Shane MacGowan, el exvocalista de The Pogues, falleció la madrugada de este jueves a sus 65 años. La noticia fue confirmada por su esposa, Victoria Clarke, a través de un comunicado. MacGowan había sido diagnosticado con encefalitis viral el año pasado y, debido a ese motivo, fue internado en un hospital de Dublín a principios de este mes para recibir tratamiento por una infección (vía Sky News).
“No hay manera de describir la pérdida que siento y el anhelo de solo una sonrisa más suya que iluminara mi mundo”, escribió Clarke a través de Instagram junto a una foto del artista. “Gracias, gracias, gracias, gracias por tu presencia en este mundo, lo hiciste muy brillante y diste alegría a tanta gente con tu corazón, alma y música”.
https://www.instagram.com/p/C0RN60nstwc/Una figura fundamental de la música irlandesa
Nacido el 25 de diciembre de 1957 en Kent (Irlanda), MacGowan emergió como una figura central que fusionó la música tradicional irlandesa con el punk rock, marcando un precedente vital dentro de la escena. Influenciado por los Sex Pistols, a finales de los 70 fundó un grupo llamado The Nipple Erectors, siendo “King Of The Bop” su tema más conocido. En 1982, y junto a Jem Finer y Peter “Spider” Stacy formó The Pogues, donde alcanzó la fama mundial.
Con esta banda, MacGowan desafió los límites conocidos, fusionando la esencia del folclore irlandés con la energía cruda del punk. Hits como “Fairytale of New York” y “Dirty Old Town” capturaron la esencia del alma irlandesa, estableciéndolo como un innovador en el género e influencia para muchos otros artistas. Sin embargo, su vida estuvo marcada por la lucha contra el alcohol, que eventualmente terminó afectando gravemente su salud.
La relación del músico con su tierra natal fue una constante en su vida y su carrera. Sus letras, llenas de nostalgia, humor y melancolía, lograron imprimir la esencia misma de sus raíces. En un fragmento de su libro A Drink With declaró: “Los Pogues nunca habrían existido si yo no fuera irlandés (…) Irlanda significa todo para mí. Siempre me sentí culpable porque no sacrifiqué mi vida por Irlanda; no me enlisté. No es que hubiera ayudado a la situación, probablemente. Pero me sentí avergonzado de no tener el valor de unirme al IRA. Y los Pogues fueron mi manera de superar esa culpa. Y mirando hacia atrás, creo que tal vez tomé la decisión correcta”.