La banda de Barcelona Sidonie, acaba de anunciar su octavo disco, El peor grupo del mundo. En un comunicado de prensa, poco inusual, cuentan como grandes bandas del rock como los Ramones, los New York Dolls, Queen y hasta los Beatles en sus comienzos se consideraron como la “Peor banda del mundo”, aunque la historia demostró excatamente lo contrario.
Compartimos el comunicado completo y debajo el adelanto:
“No sabemos si “Carreteras Infinitas”, el single que lanzaban hace un par de meses, formará parte del mismo, aunque no es descabellado pensarlo ya que comparte con esta presentación la referencialidad, ese “pop que habla del pop” tal y como ellos mismos dicen. Lo podés escuchar al final de esta noticia.
– Paul, somos El Peor Grupo Del Mundo – le dijo John Lennon a su compañero cuando los Beatles fueron rechazados en una audición para la discográfica Decca.
– Los grupos de guitarras no se llevan – les dijeron.
Al cabo de unos meses, cuando la disquera se dio cuenta del ahora famosísimo error, ficharon a los Stones, el definitivo grupo de guitarras.
– “Los New York Dolls son como unos Rolling Stones de pacotilla”, dijo el presentador Bob Harris en relación a la primera actuación televisiva del grupo, en el programa The Old Grey Whistle Test de la BBC, en noviembre de 1973. Al día siguiente, Morrissey, el futuro cantante de los Smiths, que había quedado deslumbrado por aquella banda, fundaría el primer club de fans de los Dolls en Manchester. Y aquellos cinco chicos vestidos de prostitutas se inventarían el punk rock. ¿Sigues pensando que son El Peor Grupo Del Mundo, Bob?
– Éste debe ser El Peor Grupo Del Mundo – se dijo el promotor del primer concierto de Queen en Londres, donde no consiguieron convocar a más de diez personas contando a las novias, a los amigos y al mánager.
Además, aquella noche el grupo tuvo la desfachatez de presentarse a la sala en limusina, para darse aires de divas del rock.
Cuando, tiempo más tarde, el mismo promotor los quiso volver a contratar, Queen ya era número 1 hasta en lugares tan exóticos como Japón y, por supuesto, llegaban a los recintos no en una sino en cuatro limusinas.
– ¡¡¡Que sea la última vez que me llevas a ver a un grupo así!!! – le dijo un amigo a otro después de que los dos asistieran a una de las primeras actuaciones de los Ramones en el CBGB. El amigo se indignó al ver a esos cuatro elementos haciendo un espectáculo de menos de veinte minutos, con retorcidos homenajes a las girl groups de los 60, tocando a una velocidad despiadada y vestidos con chupas de cuero.
Al día siguiente, los dos quedaron otra vez para ir a verles. Se habían enganchado a El Peor Grupo Del Mundo.
– Algunos piensan que somos El Peor Grupo Del Mundo – nos dijo un día Marc Gili, cantante de Dorian, cuando estos empezaban. – Pero yo sé que vamos a llegar – afirmó. Sólo fue necesario mirar a sus ojos para creer en sus palabras.
Ahora es difícil no verles en lo alto de un cartel de cualquier festival nacional, y cada día tienen más público en México.
El Peor Grupo Del Mundo es el nuevo disco de Sidonie. El octavo.
Es un disco de pop que habla del pop. Es el pop dentro del pop. Es nuestra declaración de amor a todos los grupos que admiramos; un Os Queremos en forma de disco. También es un recordatorio de lo que somos y siempre hemos sido: fans.
Antes que músicos somos fans. Antes que artistas somos fans.
Sidonie se formó para dar las gracias al pop. No teníamos otra intención. No nos juntamos para hacernos ricos, o para follar, o para lanzar proclamas políticas. El grupo se formó para devolverle el favor a Elvis, a Marvin, a Keith, a Alaska o a Beck.
Ahora que estamos a punto de cumplir los 20 años en la carretera, nos acordamos de nuestros primeros pasos y especialmente de un desastroso concierto. Fue en la sala Apolo de Barcelona, una noche de 1998. Nos programaron en un festival entre los grupos más destacados del mestizaje de nuestra ciudad, el estilo musical de moda en esa época, y todo salió mal, muy mal. El sonido se cortó cuatro veces, uno de nosotros resbaló y se dio contra la batería, se rompieron cuerdas y en medio del caos, además, empezamos a discutir entre nosotros porque uno quería tocar una canción y otro quería tocar otra. Hay que admitirlo, no tuvimos una gran noche, pero tampoco nos ayudó demasiado el público, que desde el primer tema no dejó de abuchearnos y lanzarnos objetos al escenario. A Jes le dieron con una moneda que no impactó en su ojo izquierdo por dos centímetros. Nosotros nunca nos habíamos encontrado con una audiencia tan hostil, irrespetuosa y violenta como aquella.
Una semana después, nos reunimos en el local de ensayo, totalmente deprimidos. Durante un buen rato no nos dijimos ni una palabra. No podíamos. El fantasma de la separación flotaba sobre los amplificadores, pero en un instante único, que se convirtió en una revelación y en un hito, nos acordamos de lo difícil que lo habían tenido los Beatles, los New York Dolls, Queen o los Ramones. Nos levantamos de golpe y dijimos: – ¡Cuatro tipos con camisetas de Bob Marley no van a conseguir que lo dejemos! ¡Que se jodan! ¡Que se jodan ellos y todos los que nunca han creído en nosotros!
Entonces, nos abrazamos y nos pusimos a ensayar.
Ahora mismo, en cualquier parte del mundo, ensayando en un local infecto, debe haber un grupo lamentándose de su mala fortuna. ¿Cuántas veces tendrán que oír que son El Peor Grupo Del Mundo?
¡Cuidado! Quizás este grupo se convierta un día en el mismísimo futuro de esta historia maravillosa que es la historia del pop”.