En el marco del Festival de cine Tribeca, organizado por Robert De Niro en Nueva York, se ha proyectado una retrospectiva de La lista de Schindler, el film de Steven Spielberg de 1993, que incluía una charla con su director y varios de los actores una vez finalizada la película. Luego de 25 años del estreno, Spielberg se sorprendió con un detalle del final, en el que no había reparado: la “mirada prolongada y duradera” de Emilie Schindler junto a los judíos que depositan piedras, frente a la tumba de su marido, Oskar Schindler en Jerusalem.
Spielberg dice que temía que el público no creyera que lo que cuenta el film fuera un historia real, más aún viniendo de un director que acababa de lanzar E.T., es por eso que se incluye esta escena final con los sobrevivientes reales, a los que Schindler salvó, a modo de verosimilitud.
El director habló también de cuánto dudó en aceptar el encargo de dirigir la película, propuesta que le fue hecha 1982 y cuando Martin Scorsese estaba siendo barajado también como posible director.
A pesar de que se encontraba en pleno rodaje de Jurassic Park, Steven aceptó el cargo de dirigir el film, y entre T-Rex y rodajes en Polonia el director creó dos de sus films más celebrados y completamente distintos uno de otro. Recuerda también las dificultades emocionales que tanto él como muchos actores y actrices atravesaran durante el rodaje. Sobre la filmación de la escena de cámaras de gas Spielberg dice: “Fue el día más traumático de mi vida”. Relata también cómo el actor Robin Williams lo ayudó a mantenerse en pie durante el proceso, le hablaba por teléfono hasta que conseguía hacerlo reír: “Nunca se despedía. Siempre me colgaba cuando escuchaba mi carcajada más sonora”.