The Beatles nació en 1960 y para 1966 ya eran la banda más famosa del mundo, alcanzando un nivel de popularidad casi sin igual que, así como trajo cosas buenas, también generó otras no tan buenas para John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison, especialmente en el apartado artístico. Tal y como recuerda Far Out Magazine, en 1987 Harrison explicó que el status del grupo trajo como consecuencia que no pudieran progresar como músicos.
“Nos volvimos populares y todas estas cosas sucedieron donde cantábamos mucho las mismas canciones”, afirmó. “Todavía nos reíamos, seguía siendo muy divertido, pero perdimos el foco ahí, porque solo interpretamos los mismos temas que grabamos. Damos la vuelta al mundo cantando las mismas diez pistas y cada año sacamos una y agregamos otra. Eso hizo que ser fabuloso se volviera un poco aburrido”.
Sin embargo, Harrison nunca dejó de crear, innovar y buscar nuevas fuentes de inspiración. Así fue que logró componer e incluir tres canciones en Revolver, el disco que los Fab Four lanzaron en agosto de 1966: “Taxman”, “Love You To” y “I Want to Tell You”. Este último track, según el propio Harrison, significó no solo una evolución en su propia composición, sino un desarrollo explosivo en la música rock en su conjunto.
Un acorde para transmitir frustración
En una entrevista con Guitar World, el entrevistador Vic Garbarini le señaló que la pista “marcó un punto de inflexión en tu forma de tocar y en la historia de la música rock. Hay un acorde extraño y discordante al final de cada línea que refleja el sentimiento perturbador del track. Todo el mundo hace eso hoy, pero esa fue la primera vez que escuchamos eso en un tema de rock”.
Por su parte, Harrison respondió: “Estoy muy contento de que hayas notado eso. Eso es una Mi séptima con un Fa en la parte superior, tocada en el piano. Estoy muy orgulloso de eso porque literalmente inventé ese acorde”.
“La canción trataba sobre la frustración que todos sentimos al tratar de comunicar ciertas cosas con solo palabras. Me di cuenta de que los acordes que conocía en ese momento simplemente no capturaban eso. Entonces, después de dar con el riff de guitarra, experimenté hasta que se me ocurrió este acorde disonante que realmente reflejaba esa sensación de frustración”, agregó.