En 1967, los Beatles se habían volcado de lleno a la experimentación en el estudio y de esas sesiones surgió su disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: una obra conceptual y rupturista, que marcó un antes y un después en la discografía de la banda de Liverpool. El LP incluyó “She’s Leaving Home“, una emotiva canción que generó tensiones en la relación entre el productor George Martin y Paul McCartney.
Durante las grabaciones de “She’s Leaving Home”, Paul decidió prescindir de los servicios de Martin para los arreglos finales de cuerdas en la canción. Aunque Martin era conocido por su experiencia en la producción y arreglos orquestales, el bajista optó por trabajar con el arreglista Mike Leander, ya que el primero estaba ocupado con la cantante Cilla Black. Esta decisión hirió profundamente a Martin y lo hizo sentir excluido del proceso creativo.
Decepción y dolor
De hecho, en su libro de memorias titulado All You Need is Ears, el mítico productor -considerado por muchos como “el quinto Beatle”- compartió sus sentimientos sobre la situación, expresando su decepción y dolor. “Al final, [Paul] encontró a Mike Leander, quien pudo hacer el trabajo. Al día siguiente, Paul me lo presentó y me dijo: ‘Aquí está. Tengo una partitura. Podemos grabarlo ahora’. Lo grabé, con algunas modificaciones para que funcionara mejor, pero me sentí herido“, contó Martin.
A pesar de la herida causada por esta situación, Martin reconoció la calidad de “She’s Leaving Home” y la consideró una de las mejores canciones construidas por los Beatles. La pieza musical, con su emotiva narrativa de una hija yéndose del hogar de sus padres y sus arreglos orquestales, capturó el conflicto entre las generaciones de aquel entonces y dejó una impresión duradera en los fanáticos de la banda.