Abbey Road es, posiblemente, el disco más caótico de The Beatles en lo que a relaciones interpersonales se refiere. Tanto este álbum como Let It Be fueron grabados en tiempos muy cercanos dentro del año 1969 y significarían el final de una de las bandas más importantes de la historia de la música. En éste, las composiciones estuvieron más divididas que nunca, así como las interpretaciones y grabaciones que dejaron ver el resquebrajamiento de un vínculo personal y musical muy afectado por egos con diferencias en las concepciones de la música.
“Oh! Darling” es una de las canciones más emblemáticas de Abbey Road, compuesta por Paul McCartney y, por ende, cantada por él. Si bien las canciones de The Beatles siempre figuraron con la firma Lennon-McCartney, es sabido que quien la interpretaba había sido el compositor. Pero, en lo que respecta a esta canción, John Lennon tuvo su objeción respecto de la manera en la que debía ser cantada.
“Oh! Darling” es un tema simple en apariencia, muy pregnado de sonoridades del blues y del rock and roll de los años 50 que Paul eligió recrear desde la melodía, el ritmo, las partes y también la forma de cantarlo. En este track, McCartney adoptó un estilo más rudo para la interpretación, un matiz que se ve en pocas de sus canciones con la banda. Lo cierto es que Paul entrenó a conciencia para lograr este matiz en la voz, buscando el efecto de cuerdas vocales cansadas, como si “hubiera estado cantando sobre el escenario toda una semana”.
Es por esto que John, quien sí era poseedor de una voz más áspera, opinó que debería haber sido él quien la cantara: “‘Oh! Darling’ fue una gran canción de Paul que no cantó demasiado bien. Yo siempre pensé que podría haberlo hecho mejor, era más mi estilo que el suyo. Pero él la escribió y por norma general el que escribe la canción la canta, así que yo no la canté, qué le vamos a hacer”, dijo Lennon en 1980 a Playboy.
Finalmente, el aporte de John a esta canción fue la guitarra, aunque también formó parte de los coros, como acostumbraban hacer en todas las canciones de los Fab Four. Los coros que eligieron fueron al estilo de las armonías doo wop, conocidas en español como du duá, que justamente referenciaban a estilos musicales de los 40 y 50 y fueron muy características del rock and roll.