Si bien la mayoría de las canciones de The Beatles fueron compuestas por John Lennon y Paul McCartney, existen algunas excepciones que llevan la firma de George Harrison. Una de las más emblemáticas es, sin dudas, “While My Guitar Gently Weeps”, perteneciente a The White Album lanzado en 1968.
Sin embargo, y a pesar de que se volvió un tema clásico de la banda sobre el final de su carrera, para Harrison no fue nada sencillo lograr que sus compañeros tomaran en serio su aporte. A tal punto se sintió “ignorado”, que debió recurrir a Eric Clapton para que lo ayude con la canción.
En Anthology, el ex Beatle explicó los pormenores detrás de la canción y por qué terminó recurriendo a Clapton:
“Intentamos grabarla pero John y Paul estaban muy acostumbrados a producir sus canciones una atrás de otra y cuando se trataba de una canción mía no se lo tomaban en serio. Así que me fui a casa esa noche pensando: ‘Bueno, es una lástima’, porque sabía que la canción era realmente buena. […] Al día siguiente estaba manejando hacia Londres con Eric Clapton y dije: ‘¿Qué tienes que hacer hoy? ¿Por qué no vienes al estudio y tocas esta canción para mí?’”.
Al parecer, la primera reacción de Clapton no fue la esperada, y Harrison recuerda sus palabras luego de la propuesta: “Dijo ‘Oh, no – no puedo hacer eso. Nadie antes tocó en una canción de los Beatles y a los demás no les gustaría’. Yo dije, ‘mira, es mi canción y me gustaría que toques en ella’”.
Finalmente, Harrison convenció al guitarrista y lo llevó al estudio, lo que generó que Lennon y McCartney cambiaran su actitud: “Él entró y yo dije: ‘Eric va a tocar en esta canción’, y fue algo bueno porque eso hizo que se comportaran mejor. Paul se puso al piano y tocó una linda entrada y todos se lo tomaron más en serio”.
Además, y en relación a la historia detrás de la canción, Harrison contó: “Escribí ‘While My Guitar Gently Weeps’ en la casa de mi madre en Warrington. Estaba pensando acerca de un libro chino que desarrolla el concepto de que cualquier cosa que suceda es porque estaba destinada a suceder y no existen las coincidencias. Cada pequeña cosa que ocurre, tiene un propósito. […] Decidí escribir una canción basada en la primer cosa que viera al abrir un libro. Así que escogí un libro al azar, lo abrí, vi ‘gently weeps’, cerré el libro y comencé la canción”.
Volvé a escuchar este tema de The Beatles: