La dupla creativa integrada por John Lennon y Paul McCartney ha sido una de las más exitosas de la historia, pero también una de las más complejas: la dinámica entre ellos fue en muchos casos bastante fructífera, pero en otros momentos supuso tensión y rivalidad. En un punto de la trayectoria de The Beatles, ambos se distanciaron a nivel compositivo y empezaron a hacer canciones por su cuenta.
Por lo tanto, cada uno planteaba el borrador de su tema ante el resto de los miembros para que le dieran su más sincera opinión. La regla tácita que se aplicaba entre ellos era que quien escribía, después tenía el derecho de cantarla y dirigir sus arreglos. Para la época en que los Fab Four estaban gestando The White Album ya existían bastantes divisiones en el interior del grupo, pero sus miembros aún podían cooperar entre sí para llegar a acuerdos sobre las piezas que integrarían el disco.
Fue allí cuando nació el contagioso single “Ob-La-Di, Ob-La-Da“, compuesto por McCartney. En una entrevista, Paul explicó su fuente de inspiración para la canción:
“Tenía un amigo llamado Jimmy Scott, que era un percusionista nigeriano, a quien solía ver en los clubes de Londres. Tenía varias expresiones, una de las cuales era: ‘Ob la di ob la da, la vida sigue, hermano’. Me encantaba esta expresión. Me sonaba como un filósofo. De todos modos, era un gran tipo y le dije: ‘Realmente me gusta esa expresión y estoy pensando en usarla’, y le envié un cheque en reconocimiento de ese hecho más tarde porque a pesar de que había escrito toda la canción y no me ayudó, aquella era su expresión”.
Como era de esperarse, toda la fantasía que se narraba en esa entrega no le gustó mucho a John Lennon, quien era más propenso a retratar el costado descarnado de la vida. Así que cuando Macca le presentó esa partitura y le cantó un fragmento de la letra, el esposo de Yoko Ono tan solo atinó a decir que le parecía “una basura para abuelitas” y abandonó el estudio de grabación bastante indignado. Para esa época, Lennon estaba luchando contra su adicción a la heroína, por lo que solía tener un ánimo bastante volátil, pero poco después pudieron acordar que el tema formara parte del álbum en que estaban trabajando.
Lo más curioso de todo es que hace poco “Ob-La-Di, Ob-La-Da” fue declarada como la canción pop perfecta según la ciencia.