En sus pocos pero prolíficos años juntos, los Beatles crearon y grabaron decenas de canciones, las cuales tuvieron diversas inspiraciones detrás. En el caso de “Golden Slumbers”, lo que condujo a Paul McCartney a escribir el track que formó parte de Abbey Road fue una partitura que recibió de su hermanastra en la que estaba incluido el poema “Cradle Song” de Thomas Dekker, de su obra Patient Grissel, la cual fue impresa por primera vez en 1603.
Según recuerda Far Out Magazine, en el libro de 1997, Paul McCartney: Many Years From Now, el ex Beatles comentó el escrito de Dekker: “Pensé que era muy relajante, una pista de cuna muy hermosa, pero no podía leer la melodía ni la música. Simplemente tomé las palabras y escribí mi propia música. No sabía en ese momento que tenía cuatrocientos años”. Además, confesó que le “gustaron tanto las palabras” que quiso incorporarlas a su propia pista. “Recuerdo que traté de poner una voz muy fuerte, porque era un track muy suave, así que trabajé en la fuerza de la voz y terminé bastante satisfecho con él”, señaló.
El resultado final de los esfuerzos de McCartney es un tema cuya letra tiene ligeras alteraciones a las palabras de Dekker, pero en el que se puede apreciar la base del poema. Por otro lado, cabe recordar que “Golden Slumbers” era una de las canciones de Abbey Road favoritas de George Harrison, quien describió el disco como “bastante bueno”: “Me gustan, no sé, me gustan muchos [temas]. Me gusta ‘You Never Give Me Your Money’ y ‘Golden Slumbers’, esas cosas”, reconoció el fallecido guitarrista británico.