The Beatles publicó su primer disco en 1963 y se convirtió en la mayor novedad de la industria sonora. La banda de Liverpool se perfilaba como abanderada de un estilo fresco, pero a la vez emotivo e irreverente. Aquello los convirtió en la gallina de los huevos de oro, e implicó que los empresarios discográficos y los productores que trabajan con ellos intentaran guiar su estilo para tener aún más éxito a nivel comercial.
Como consecuencia, los Fab Four pasaron los siguientes meses intentando satisfacer los pedidos de sus superiores, pero sin dejar de lado sus propias ideas. Una vez que terminaron de convertirse en una banda imparable, los británicos se rebelaron y explotaron de autenticidad con Rubber Soul, disco que publicaron en 1965. Por mucho tiempo, los críticos han señalado a esa placa -la sexta de su discografía- como el punto de partida de la era más creativa del grupo.
La conexión de John, Paul, Ringo y George con la marihuana fue esencial en esa época. Todo comenzó cuando Macca fumó junto a Bob Dylan: según él mismo afirma, durante esa jornada averiguó el significado de la vida. Desde entonces, sus canciones se alejaron un poco del romanticismo y la liviandad de “She Loves You” para hablar sobre la empatía y el amor universal en canciones como “The Word”. Dylan los incitó a encontrar la poesía en las tragedias de la humanidad y a transmitir un mensaje más comprometido con el bienestar de la sociedad.
Durante una entrevista concedida en 1971, Lennon recordó con orgullo ese álbum al señalar:
“Simplemente estábamos mejorando, técnica y musicalmente. Finalmente, nos hacíamos cargo del estudio. Durante los primeros días, teníamos que aceptar lo que nos daban, no sabíamos cómo conseguir más graves. Estábamos aprendiendo la técnica en Rubber Soul. Fuimos más precisos al hacer el disco, eso es todo. Y nos hicimos cargo de la portada y de todo”.
Años más tarde, Harrison elegiría a ese material discográfico como su favorito de la trayectoria de The Beatles.