Aunque muchas veces la elección sea una tarea demasiado complicada, lo cierto es que todo melómano tiene una canción que prefiere por sobre el resto y, por supuesto, Mick Jones no es la excepción. Si bien hoy se lo considera una leyenda del punk, el guitarrista principal, co-vocalista principal, cofundador y compositor de The Clash hasta 1983 no se limitaba a la hora de oír música. De hecho, según recuerda Far Out Magazine, en una entrevista de 2004 con Observer Music Monthly se le pidió que eligiera diez de sus álbumes favoritos y al responder nombró LPs como Disraeli Gears de Cream y Exile on Main St. de The Rolling Stones.
Además, el nacido en Londres destacó el disco Sunny Afternoon de The Kinks, sobre el cual comentó: “En ese álbum recopilatorio de bajo costo del sello Marble Arch la canción principal es mi tema favorito”. Por supuesto, Jones hacía referencia al track “Sunny Afternoon”, el cual abría el proyecto homónimo y había sido originalmente parte del cuarto álbum de The Kinks titulado Face to Face.
Aunque el single parece una canción alegre y despreocupada, fue escrito en un momento difícil, tanto para la banda como para Ray Davies, su líder y vocalista, ya que eran días de mucho trabajo en los cuales los miembros del conjunto no solo estaba enfrentando juicios sino también las tensiones que se crearon después de su ascenso en el camino de la fama. A su vez, el cantante acababa de ser padre, motivo por el que decidió tomarse un tiempo lejos de sus tareas relacionadas a la música.
Acorde a lo reportado por Far Out Magazine, “mientras se recuperaba, Davies escribió ‘Sunny Afternoon’, adoptando el alter ego de un aristócrata caído con una fortuna que heredó, un marcado contraste con Davies. Temiendo que los oyentes pudieran simpatizar con este petimetre decadente y polvoriento, el artista lo convirtió en un sinvergüenza que peleó con su novia después de una noche de borrachera y crueldad”.
El propio Davies aseguró una vez: “En el momento en que escribí ‘Sunny Afternoon’ no podía escuchar nada. Solo oía [el álbum] The Greatest Hits of Frank Sinatra y la canción de Bob Dylan ‘Maggie’s Farm’. Simplemente me gustaba su presencia completa. Le daba play al LP Bringing It All Back Home, además de a la música de Frank Sinatra, Glenn Miller y Bach. Fue un momento extraño. Pensé que todos se ayudaron entre sí y entraron en la parte cromática que está en la parte posterior de la canción”.