La banda The Jesus and Mary Chain inició una demanda contra Warner Music Group (WMG) por infracción de derechos de autor y reparación declarativa. La demanda, presentada por los líderes de la banda y los hermanos, Jim y William Reid, se presentó el lunes 14 de junio en un tribunal federal de California y, de acuerdo al reporte de Pitchfork, en ella los músicos y su abogado argumentan que el sello discográfico se negó a rescindir la propiedad de los derechos de autor de Psychocandy, el icónico álbum debut de la agrupación escocesa lanzado en 1985.
Para llevar adelante esta acción legal, los hermanos Reid -quienes reclaman una suma de al menos 2,5 millones de dólares en compensación de daños-, se escudaron en la Sección 203 de la Ley de Derechos de Autor de EE.UU., también llamada “Ley de 35 años”, la cual “permite a los autores (o, si los autores no están vivos, a sus cónyuges, hijos o nietos, administradores, representantes personales o fideicomisarios) rescindir las concesiones de derechos de autor y licencias que se hicieron en o después del 1 de enero de 1978, cuando se han cumplido ciertas condiciones”.
Sin embargo, en diciembre del 2020, casi un año después de que The Jesus and Mary Chain notificara a WMG sobre la recesión, el sello se defendió al señalar que “de acuerdo con las Leyes de Derechos de Autor del Reino Unido, la banda nunca poseyó ningún derecho de autor sobre las grabaciones que pudiera cancelar”. Ahora, el abogado de los Reid, Evan S. Cohen, dijo que “nuestra Ley de Derechos de Autor brinda a los artistas y compositores una valiosa y única oportunidad de rescindir contratos antiguos y recuperar sus trabajos creativos después de 35 años”.
“Esta ‘segunda oportunidad’ siempre ha formado parte de nuestra Ley de Derechos de Autor. En este caso contra WMG, el sello se ha negado a reconocer la validez de cualquiera de los Avisos de Terminación entregados por The Jesus and Mary Chain, y ha ignorado por completo los derechos de propiedad de la banda. A pesar de que la ley devuelve los derechos estadounidenses a la banda, WMG continúa explotando esas grabaciones y, por lo tanto, infringe intencionalmente los derechos de autor de nuestros clientes. Este comportamiento debe detenerse. Las cuestiones legales en esta demanda son de suma importancia para la industria de la música”, agrega el escrito.
Solo el tiempo y la justicia determinarán qué ocurrirá con este asunto que se asemeja mucho a lo vivenciado por Duran Duran en 2016, cuando Simon Le Bon y compañía perdieron la demanda similar después de que un juez sentenciara que la ley inglesa no les permitía hacerlo.