En los últimos años, muchas bandas han incorporado como parte de su show la invitación a un miembro del público a tocar un tema. Foo Fighters ha recibido a niños y niñas virtuosos que se subieron al escenario; Green Day también ha sorprendido, incluso con actos fallidos; y The Killers solían tener esta práctica, aunque anunciaron que ya no la seguirán realizando.
La banda comandada por Brandon Flowers acostumbraba a invitar a un fan a tocar la batería pero, en un reciente concierto que dieron en Canadá, el cantante anunció que este ritual ya no formará parte de sus espectáculos. ¿La razón? Los invitados "confían demasiado en sí mismos" y muchas veces no están a la altura de lo que requiere tocar un tema en vivo.

Uno de los motivos podría remontarse al festival Pulso GNP 2024, en México, donde un fan subió a la batería pero no logró más que marcar el pulso con uno de los platillos. Al notar que el invitado no podía incorporarse al show, Flowers le pidió que se bajara y diera lugar a Ronnie Vannucci Jr., el baterista oficial.
Sin embargo, el improvisado músico se negaba a retirarse y aseguraba que podía seguir adelante con la canción, aunque sus acciones mostraban lo contrario. El video del incómodo momento se volvió viral y, según se especula, habría sido una de las razones por las que la banda de Las Vegas decidió poner fin a esta tradición.
El momento en que Green Day echó a un fan del escenario
Recientemente, Green Day vivió un momento similar durante un show en Luxemburgo. La banda invitó a un joven a tocar la guitarra en el clásico “Good Riddance (Time of Your Life)”, con el que suelen cerrar sus presentaciones. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando el invitado titubeó al comenzar y Billie Joe Armstrong se ofreció a pasarle los acordes correctos. El joven insistió en seguir tocando, pero en lugar de arrancar el tema, cambió el repertorio e inició los acordes de “Wonderwall” de Oasis.
La intervención tomó por sorpresa a Armstrong, quien exclamó al micrófono: “Oh, fuck me”, antes de quitarle la guitarra y despedirlo con un “Buen intento”, entre risas, mientras un miembro de seguridad lo acompañaba fuera del escenario. El episodio se viralizó rápidamente, generando todo tipo de reacciones: desde quienes celebraron la broma hasta críticas que lamentaron la oportunidad desperdiciada.