The Sonics es probablemente la banda más influyente y subestimada del planeta. Sin ellos todo el movimiento proto punk de fines de los ’60 y el movimiento punk de fines de los ’70 no tendría el menor sentido. Es que todas las corrientes del rock que se han caracterizado por la crudeza y la energía de alguna manera u otra han sido influenciados por el sonido de The Sonics. El sonido sucio, desprolijo, fuerte -algo de lo que luego se jactó The Who– y crudo fue su marca desde el comienzo.
La banda era rechazada por ser demasiado ruidosa y tuvo la mala suerte de llegar a su apogeo durante la llamada Invasión británica en la cual The Beatles y Rolling Stones, entre otros, llegaron a Norteamérica. Aunque el mundo se dedicó a escuchar al sonido de los ingleses, ninguna de éstas bandas tenían el sonido ni la energía de estos cinco casi desconocidos. Sonido que luego popularizó mundialmente The Stooges.
En el 2015, y con un promedio de 70 años en los integrantes de la banda, The Sonics vuelven con un nuevo disco, This is The Sonics. Sorprende a primera escucha por ser probablemente el disco de rock más crudo que haya salido en el año. Rock and roll sin pretensiones, bailable y pogueable, del que se tiene que escuchar alto.
The Sonics está de vuelta y con nuevo disco.