Está claro que Pete Townshend no tiene ningún problema a la hora de criticar a otros artistas. Tanto es así que hace unos días publicamos un listado con las bandas que el guitarrista más odiaba y entre ellas aparecían nada más y nada menos que The Beatles, Led Zeppelin e incluso la suya, The Who.
Sin embargo, no todo es odio y desprecio. En una reciente publicación del sitio Far Out se dan a conocer detalles de la primera vez que el guitarrista vio a Pink Floyd en vivo y todos los recuerdos están llenos de elogios y admiración por los británicos.
Townshend los vio allá por 1967, cuando la banda liderada en ese entonces por Syd Barrett pisaba fuerte en el under londinense y se abría camino dentro de la escena psicodélica. Las circunstancias de aquel primer encuentro, sin embargo, no fueron las mejores. A pesar del éxito que tenía The Who tanto dentro como fuera del Reino Unido, Townshend tenía un serio problema con las drogas -especialmente LSD- y eso no le permitía estar totalmente focalizado en su trabajo.
Como bien se narra en la publicación, la noche del show el guitarrista no estaba en condiciones de presentarse con The Who debido al consumo de sustancias y decidió irse al UFO Club, un mítico local londinense donde tocaba, casualmente, Pink Floyd.
En su autobiografía titulada Who I Am y publicada en el año 2012, el guitarrista escribió: “El 6 de enero de 1967 me perdí uno de los únicos shows de The Who de mi carrera por el abuso de drogas”. Con respecto a Pink Floyd recuerda: “Syd Barrett fue maravilloso y el resto también. Me enamoré de la banda y del club en sí”.
Parece que la admiración por Pink Floyd fue en aumento, ya que al día siguiente el guitarrista volvió al UFO pero esta vez acompañado de Eric Clapton:
“Syd, que subió al escenario (de la cabeza por el ácido), tocó un solo acorde y lo hizo durar aproximadamente una hora usando una máquina de eco electrónica llamada Binson. […] Cuando comenzó a tocar de nuevo fue realmente inspirador”.
Townshend no se guardó ningún elogio y también tuvo palabras de admiración para con Roger Waters: “Tenía una presencia increíble, era sorprendentemente guapo y claramente le gustaba [mi compañera] Karen. Lo encontré un poco aterrador. Era evidente que iba a ser la principal fuerza impulsora detrás de Pink Floyd”.
Por último, y con respecto al éxito que la banda terminó alcanzando con el paso de los años, comentó: “Lo que nadie podría haber sabido, ya que la banda aún no había hecho ninguna grabación, era cuánto de su música se convertiría una vez que disminuyera la influencia experimental de Syd”.