A lo largo de su carrera, Siouxsie and the Banshees lanzó 11 discos de estudio compuestos por decenas de canciones, muchas de las cuales fueron respaldadas con un video con la esperanza de que las imágenes potenciaran cada track. Sin embargo, hay un clip que, lejos de contentar a la banda, generó rechazo entre sus miembros.
Según recuerda Far Out Magazine, cuando en 1984 el conjunto británico liderado por Siouxsie Sioux se dispuso a grabar los visuales para su tema “Swimming Horses”, acudieron a Tim Pope, con quien ya habían trabajado en el clip de “Dear Prudence“. Así, depositaron en el cineasta la esperanza de que el video capturara la emoción y el significado detrás de la pista, además de mostrar su aspecto característico.
A pesar de las altas expectativas, el resultado del trabajo no fue del agrado de Siouxsie and the Banshees, ya que el director no supo capturar el estado de ánimo de la canción y retrató a Sioux de una manera “muy diferente a la que los fanáticos estaban acostumbrados”, es decir, sin su particular maquillaje y bailando con un cuello de tortuga blanco.
Nada de lo charlado apareció proyectado
“En la proyección, aparte de las tomas del caballo en el agua, me decepcionaron mucho los planos míos y de la banda durante el 90% del video”, dijo la cantante. “No se parecían en nada a lo que habíamos discutido en detalle antes de la filmación y fue un fracaso para capturar el estado de ánimo de la pista”.
Además, agregó: “Debido a la naturaleza amistosa de nuestra relación con Pope, hubo una renuencia por parte de todos para hablar sobre esto, pero no por mi parte, ¡yo quería volver a filmar! Las finanzas, los plazos y la democracia hicieron que nos quedáramos con lo que no nos gustaba”, sentenció.