Ansiosos esperamos la primera edición del Music Wins. El festival organizado por Indie Folks y Ban Bang sobresalió y supo distinguirse del resto de los recitales y eventos musicales que suelen realizarse en Argentina. Fueron dos días de excelentes bandas, en los cuales más de veinte artistas brindaron diversos shows y donde la música definitivamente ganó, tal como lo expresara el lema del evento.
En el predio se respiraba un aire ameno y festivo, en sintonía con la consigna del Music Wins, que fue bien clara: disfrutar de presentaciones en vivo en las mejores condiciones, dando a la música el lugar más importante del festival. La misma se cumplió en todos los planos posibles: desde la concurrencia hasta los horarios y los shows de cada banda.
El primer día, domingo 23 de noviembre, arrancó a las 18:30 con la presentación de El Remolón, conjunto que abrió la jornada con la energía que los caracteriza, anunciando también la tendencia bailable que acompañaría al día inicial. A partir de ahí, el line-up se fue abriendo paso en la carpa Mandarine Tent, cuyo escenario fue el lugar por el cual pasaron todas las bandas del Día I.
A continuación, nuestras crónicas:
De entre la curada selección de artistas locales que formaron parte de este festival, sin dudas una de las presentaciones más esperadas era la de los marplatenses radicados en Buenos Aires. Previo a la presentación de una de las bandas internacionales más esperadas de la noche, Morbo y Mambo hizo gala de un poderoso despliegue orquestal que logró calentar el ambiente animando al baile y logrando captar la atención de gran parte de los asistentes -cuya gran mayoría tenía intenciones de disfrutar de las propuestas principalmente orientadas hacia lo electrónico que estaban programadas para esa velada-, pero en todo caso no tuvieron problema en disfrutar de los ambientes con tintes afro, jazz y psicodélicos que ofrecía la banda que se hizo merecedora de enérgicos aplausos. La fuerza en vivo de esta agrupación radica no solo en lo novedoso que resulta su estilo –por lo menos en lo que a la movida local respecta- sino también en su enorme capacidad de improvisación sobre el escenario. Dentro del setlist incluyeron canciones como Blanco Nigeria, Gorila y Fung Wah, pertenecientes a su álbum homónimo, dado a conocer en 2011, y con el cual han alcanzado la popularidad de la que gozan actualmente. La banda también aprovechó la ocasión para interpretar 4-4-2, primer adelanto de Boa, su nuevo álbum que estarán presentando oficialmente en Niceto Club el próximo 12 de diciembre.
Por Laura Camargo
Luego llegó el turno de Metronomy, que brindó un show arrollador, de los mejores del primer día. El grupo inglés, fiel al sonido de sus discos, reocorrió cada canción con una actitud escénica que invitaba a bailar. Las líneas de bajo, el talento exquisito y conmovedor de su baterista, en sintonía con los arreglos de guitarra, piano y las voces, diseñaron cada clímax de tal manera que el público pudo sentir el impacto del grupo. ¿Para qué vamos a un recital? ¡Para eso mismo! Para que la banda que elegimos ver y escuchar nos pegue en el cuerpo. El pulso musical es un estímulo exterior al cual es difícil resistirse, sobre todo si está realizado de la forma en que Metronomy lo hizo: con mucha música y con una actitud que acompañó cada momento con la mayor sinconización entre audio y performance.
Sonaron hits como “The Look“, “Reservoir” y “I’m Aquarius“, entre tantas otras composiciones. La intensidad del show nunca se detuvo y por eso mismo el pogo, que de a poco asomaba, devino en una gran pista de baile.
Por Adrián Rocha
The Changuitos supo mostrar su actitud a la hora de presentarse en un festival de las características del Music Wins. No cualquier dúo de Dj’s se banca tocar después de una banda como Metronomy. Sin embargo, el grupo integrado por Calu Rivero y Alonso Morning estuvo a la altura de las circunstancias.
Por Nico Vintage
Floating Points fue una de las estrellas de la noche electrónica del Music Wins. Con un set hipnótico que se movió entre el dub y los clásicos elementos de jazz que están presentes en cada una de sus producciones, el joven Sam Shepherd hizo bailar a todos al ritmo de su ciencia musical, que aun siendo vanguardista nunca se despegó del clásico concepto bailable del dance.
Por Adrián Rocha
Tras un momento peculiar de la mano de Calu Rivero y un divertido calentamiento con Floating Points, el londinense Kieran Hebden conocido bajo el nombre de Four Tet pisó el escenario de la Mandarine Tent. El artista (que ha remixado desde a Radiohead hasta a Juana Molina) redefinió el arte de hacer electrónica en un set de un poco más de una hora donde presentó su nuevo material discográfico Beautiful Rewind. Fue un espectáculo de la mayor sofisticación musical, donde él construyó crescendos a partir de beats increíbles que culminaban en temas viscerales que incorporaban bandejas, líneas de sintetizadores y sonidos; y cuya transición era de lo más fluida. Quizás el momento cumbre del show fue cuando Four Tet uso la voz de Thom Yorke de sample para anticipar la explosión sonora que estaba por desencadenar cerca del final. Sin dudas una de las visitas del año y uno de los platos fuertes del festival.
Por Barto Armentano
La fiesta siguió con el show de los ingleses del grupo The 2 Bears, quienes hicieron de las suyas, tal como tienen acostumbrados a su público. Quienes los conocen, saben que son compositores muy inquietos y que transmiten esa inquietud a través de su música. La carpa Mandarine Tent vibró al ritmo de sus pistas, que no se movieron de esa mixtura que han logrado consolidar entre el house y el dance.
Por Adrián Rocha
El cierre estuvo a cargo de 2manydjs, el dúo belga que finalizó la primera cita con un setlist memorable. Sus ambientaciones house y sus tan aclamados remixes, entre los que sonaron los Rolling Stones y David Bowie, crearon las condiciones necesarias para que el público, ya movido por todos los artistas previos, finalizara la noche bailando y festejando una velada inolvidable.