“Sabado en mi cama. Y si te invito a dormir, me dirás que no” dice la canción “Sábado”, de El Mató a un Policía Motorizado. ¿Y si te invito a El Mató? Ese día fui a verlos, en el Teatro Vorterix de la ciudad porteña. El triplete empezó el viernes 1 de abril y finalizó el jueves 7.
“Provincia de Buenos Aires” fue el tema presentación de la banda platense, que conquista cada vez más lugares no solo dentro de Argentina, sino también ciudades como Barcelona, Los Ángeles y Guadalajara, entre otras. El Mató a donde va reafirma su propuesta artística y amplía su público.
Aquella canción instrumental que pertenece al EP Un millón de euros (2006, Laptra) fue la apertura a una ceremonia distinta a cualquier otra en la escena local; la banda conquistó con sonido noise pop y letras breves, como mantras, que nos hablan de lo cotidiano.
Al tocar canciones como “Viejo ebrio y perdido”, “Lenguas de fuego en el cielo” y “Sábado”, los más veteranos -los que están cerca o pasaron los 30- corearon melancólicos, más alejados del escenario. Mientras, los sub 25, cerca de las vallas y formando un pogo casi permanente, escuchaban y miraban sin pestañar. El Mato repasó gran parte de sus discos previos al último, La Dinastía Scorpio (2012, Laptra). “Si vienen a buscarme estoy dormido” repite en “Terrorismo en la copa del mundo”, una canción del disco debut que, con un sonido Pixies, nos habla de un mundo que se cae allá afuera, y de alquien que no puede -o no quiere- vivir en él.
Los momentos más festivos, con pogo y mosh, fueron aquellos en los que tocaron “La cara en el asfalto”, “La Cobra”, “El fuego que hemos construido” y “Yoni B” de La dinastía Scorpio. El espíritu post punk sigue intacto, aunque haya nuevas generaciones que aun no descubrieron Dinosaur Jr ni Yo La Tengo. Esas nuevas “bombas pequeñitas” se sorprenden y conmueven con las canciones de El Mató. Los instantes melancólicos y reflexivos fueron con las canciones “Lenguas de fuego en el cielo”, “Rey del terror”, y la gloriosa “Más o menos bien”; una canción que relata situaciones de la clase media trabajadora, creando la belleza de lo simple. Y todos corean hasta el infinito.
Hacia el final, tocaron “Mujeres bellas y fuertes”, un nuevo himno motorizado que conquista a las vastas mujeres fieles a la banda. Porque en las ceremonias motorizadas la cuestión de género es igualitaria. “Te persigue la policía en Navidad” canta Santiago en “Navidad de los Santos”, repasando canciones del 2006-2008; “Sábado“, “Mi próximo movimiento” y como cierre, “Chica Rutera”, el hit under. ¿Es posible este oxímoron? Con El Mató lo es.
Kraut y canciones
Santiago Barrionuevo es un frontman fuera de lo común; no se mueve en el escenario y es de pocas palabras. Cierra sus ojos al cantar, y se deja llevar por el sonido espacial. Sus compañeros también lo hacen; sólo miran al público entre las canciones. Si bien hay algo de timidez shoegazing, también hay cierto misticismo. El Mató combina, por un lado el misticismo del rock psicodélico y el kraut rock, por otro, el rock de canciones, más cerca del post punk. El Mató nos lleva por lugares que reconocemos pero con música poco conocida en nuestros lares. Sus shows son la respuesta a los que aun dicen que el rock argentino feneció. En cada show, reafirman su identidad, expresando frescura musical y conmunión con sus fans; esos que cantan cada canción como si fuera el último instante de felicidad.
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Fotografía: Victoria Zaffari