Podés pasar horas googleando para ver si esto ya se hizo en otro lugar del planeta. Pero no. Salvo alguna que otra aparición de algún artista en los andenes del subte nunca se hizo algo así. El Pepsi Music Underground se realizó por primera vez en Buenos Aires y su sede fue la línea H del subte.
La cola se hacía larga sobre la avenida Pueyrredón. La gente iba entrando de a grupos. Una vez abajo, se encontraba Bándalos Chinos, banda que formó parte del line up luego de haber ganado un concurso realizado por la marca en Vorterix. Se dieron a conocer con 5 canciones, ofreciendo un sonido pop con mucho sintetizador y melodías muy bailables. Al finalizar el show, una voz que sale de los parlantes indica que hay que seguir al coordinador con megáfono, encargado de conducir a los grupos hacia el siguiente escenario.
Entrando al subte se escucha una voz gruesa que dice: “Hola amigos”. Era Alejandro Álvarez, cantante de Barco, quienes, para sorpresa de todos, acompañaron todos los trayectos en subte hacia cada escenario. En formato acústico con dos guitarras y percusión le pusieron ritmo al viaje. Lo mismo hizo Leo García con otro de los contingentes que pasaron previamente.
Llegando a la estación Humberto I, se ve a los Illya Kuryaki and the Valderramas en sus marcas, listos para empezar. En un andén ellos y en el otro el público que bailó durante su set de tres hits: “Coolo”, “Remisero” y “Abarajame”. En otro momento de la noche tocaron “Jugo” y “Ula Ula”, entre otros temas. Para cerrar y despedirse, Dante agarró la viola y empezó a tocar un riff funkero que fue seguido por la banda. Al ritmo de la música el coordinador llevó a la gente de nuevo al subte para seguir el viaje.
Próxima estación: Inclán. Ahí se encontraba El Cuarteto de Nos quienes repasaron sus principales hits. Con un Roberto Musso enérgico y efusivo que dejó todo en el andén, se despidieron con “Yendo a la casa de Damián”.
En el último tramo Barco hace su cierre en el trayecto hasta la estación Parque Patricios. Allí, todo el público de la noche se vio la cara y se dispuso para ver el último concierto. Babasónicos dio un gran show, con un sonido perfecto, a pesar de todas las contras que puede generar la acústica de un lugar como ese. Tocaron temas de varios de sus discos e hicieron delirar a toda la gente. Hacia el final del show la banda se va unos minutos y vuelve para cerrar con “Putita” y ponerle fin a una noche de música espectacular y distinta a lo que acostumbran los festivales.