El domingo, víspera de festivo en Barcelona, se antojaba cuando menos apetecible en las salas. BARTS y Apolo cerraban la extensa programación de este año. Nos decantamos por el Apolo, y fuimos alternando sus dos salas. Comenzamos con Salvaje Montoya en La [2] de Apolo. Valentino Montoya es el sinvergüenza que lidera esta propuesta divertida y que por momentos parece sacada de la banda sonora de una película de Tarantino. Rock barcelonés que está de estreno. Este año han publicado su segundo LP, Rompiendo la Yuca.
The Saurs son otros de los artistas emergentes que hemos estado siguiendo de cerca en los últimos meses. Se mueven en escena como nadie. El vocalista y guitarrista Sueiro se retuerce y lo da todo. Sus compañeros, Engui a la guitarra y Alejandro a la batería, sudan la gota gorda entregándose a un punk joven y a la vez atemporal.
Lo de Jambinai fue una autentica sorpresa. Son koreanos y su propuesta es una mezcla de instrumentos tradicionales con el postrock más actual. Brutales en directo, enmudecieron la Sala Apolo. La misma que se llenó a reventar para recibir la segunda actuación de Thee Oh Sees del festival. El incombustible John Dwyer y sus secuaces provocaron la locura colectiva de un público que se resistía a que el Primavera Sound terminara. Tanto es así que durante todo el concierto, los asistentes no cesaron de subir al escenario y lanzarse en volandas sobre la marea de pogos. Un juego que llegó a ser excesivo pero que no afectó a la contundencia de la banda de San Francisco.
Y así terminó la magia. El Primavera Sound 2015 ha sido esto y mucho más, Interpol por partida doble, Andrew Weatherall, Alt-J, The New Pornographers, Der Panther, y un largo etcétera. Sólo el Parc del Fòrum recibió desde miércoles hasta el sábado un total de 175.000 visitas. Ahí es nada. Con estas cifras vertiginosas termina nuestra crónica que no es sino una más de las 175.000 experiencias que se vivieron estos días en Barcelona.