Ya terminó una edición más del Sónar Barcelona. Una vez más con cifras estratosféricas: 123.000 visitantes (la cifra más alta de la historia del festival) y visitantes de 105 nacionalidades. En total, el festival ofreció 140 actuaciones distribuidas en 9 escenarios (5 en el Sónar de Día y 4 en el Sónar de Noche).
Por su parte, Sónar + D, el congreso internacional que convergen industrias tecnológicas y creativas, aglutinó a 5.500 profesionales, de más de 2.000 compañías, y procedentes de 57 países. Las 30 conferencias programadas contaron con un 80% de asistencia, y los workshops atrajeron a más de 1.000 personas.
La Semana Sónar ofreció además actividades en Barcelona desde el 12 al 18 de junio, con las exposiciones David Bowie Is en el Museo del Diseño, la exposición Lightforms / Soundforms, sobre Brian Eno, en el Centre d’Arts Santa Mònica, Björk Digital en el CCCB, la exposición retrospectiva Blackout del artista recientemente desaparecido Tres en la Virreina Centre de la Imatge, y en la Galería Juan Naranjo la muestra Música experimental y arte sonoro, 1950-2017.
Sónar de Día
Miércoles 14 de junio
Entrando ya en materia, el festival abrió sus puertas el miércoles día 14 para acoger la charla de la icónica Björk. El editor de The Creative Independent, Brandon Stusoy, fue el encargado de conducir la entrevista con la islandesa, quien como cabía esperar, se presentó a la cita con un traje que era de todo menos sencillo.
Durante poco más de una hora charlaron sobre la experiencia de Björk como DJ, sus colaboraciones y lo que cabía esperar de sus cuatro horas de DJ set que venían a continuación. Y qué decir de esas horas… El Sónar Hall abría sus puertas para recibir a la Diva de hielo a los platos. Completamente vestida de blanco (cara incluida) se presentó ella, aunque apenas se distinguía su silueta. El escenario estaba completamente cubierto de plantas para lo que fue una noche con músicas del mundo. Björk se explayó con un DJ set que incluyó de todo, desde electrónica a sonidos exóticos.
Jueves 15 de junio
Las primeras horas del jueves estuvieron marcadas por el acento español. La catalana Gemma Planell, más conocida como Tutu, fue la encargada de abrir el Sónar Village, esa explanada maravillosa al aire libre, cubierta por césped artificial. Allí se dieron cita los primeros valientes que se expusieron bajo el abrasador sol que ha estado presente durante todo el festival.
BFlecha estrenó en el mismo escenario su segundo largo, Kwalia (2017, Arkestra Discos) y el productor italiano Rumore tomó el relevo. Sónar lleva ya bastante tiempo incluyendo rap y trap en su nutrido cartel. Este año no iba a ser menos y nos encontramos con un gran número de artistas representantes del género. Princess Nokia debutó en el Sónar Village para envolvernos con su rap. La norteamericana de origen puertorriqueño dejó el listón muy alto. Se entregó en la que constituía su primera actuación en España. Su primer largo autoeditado lleva el nombre 1992, año de su nacimiento. Lo defendió como una leona.
Nosotros nos refugiamos en el Sónar Hall con la actuación de Forest Swords, un despliegue de sonidos acompañados por unos visuales hipnóticos que paralizaban al espectador. Su LP Compassion (Ninja Tune) acaba de salir a la venta. Un lujo escuchar en directo temas como “The Highest Flood“. Tal como esperábamos, fue una buena elección meterse en la oscuridad del Hall.
Terminamos nuestro jueves en el Village primero con HVOB y después con el DJ británico Craig Richards. HVOB actuaron recientemente en el Primavera Sound. Los productores Anna Müller y Paul Wallner son el alma de esta banda de electrónica pop cuya actuación resultó muy estimulante. Para la gira llevaban un batería que aumentó la intensidad de su directo. En marzo editaron Silk (Tragen Records) para el que contaron con la colaboración de de Winston Marshall (Mumford & Sons). Temas de este largo como “The Blame Game” o “Deus” nos recuerdan a The XX. Gran apuesta la de los austríacos.
El jueves cerró con la sesión de Craig Richards en el Sónar Village, que por cierto, no será de esas para recordar.
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Foto principal: Björk, por Santiago Felipe.