Anamnesis: pérdida del olvido, el recuerdo repentino de hechos o situaciones de otro tiempo.
Ver a una banda como The Muffs en vivo, veintiséis años después de su formación, es un viaje en el tiempo asegurado para un público cuyo promedio de edad ronda o supera los 30, un recuerdo de otra época que parecía cercana pero no lo es. Muchas cosas cambiaron en nuestra relación con la música desde esos días en los que teníamos una colección limitada de discos o cassettes y las escuchas eran intensivas en lugar de extensivas, una y otra vez hasta memorizar las letras o aprender los acordes. Fue una “pérdida del olvido” porque cantamos canciones enteras que quizás no sonaban hace años, nos reencontramos con amigos en medio del pogo y disfrutamos de una dosis extra de distorsión muy cerca del escenario.
Antes de que comenzara el show, el público reveló algunos detalles sobre la influencia que tuvo el trío californiano en Buenos Aires porque divisamos a integrantes de She-Devils, 2 Minutos, Cadena Perpetua y Motorama, además de remeras de bandas locales que ya no existen y varias chicas con vestidos negros o cortes de pelo al estilo de Kim Shattuck.
The Muffs tiene esta fórmula singular que también es parte del viaje en el tiempo a través de los sentidos: canciones breves, melodías indelebles, gritos desgarradores y semitonos que alteran la armonía; junto con letras que relatan momentos de desencanto, rebelión, baja autoestima o baja estima por todos los demás para adolescentes que se negaron a crecer.
La lista de temas pasó por toda su discografía pero se concentró en Blonder and Blonder (1995) y algunas canciones de Happy Birthday to Me (1997). Uno de los clásicos más esperados estuvo a punto de quedar afuera del set, pero ya sabemos que “si nos organizamos” coreamos todos el estribillo de “Outer Space” y por suerte la banda respondió entre risas con su interpretación no programada.
Durante las pausas, los músicos se mostraron entusiasmados con su primera gira sudamericana que los llevó por Montevideo, Buenos Aires y Rosario. “Perdón por tardar veintiséis años en venir, aunque estamos iguales”, dijo el bajista Ronnie Barnett antes de presentar una de las canciones del disco en el que están trabajando. Y gracias a un desenlace que fue estruendoso en ambos lados del escenario con “Agony”, “Sad Tomorrow” y “Ethyl My Love”, podemos volver al principio para decir que nosotros tampoco cambiamos tanto después de todo.
Setlist
Nothing
Lucky Guy
On and On
Take a Take
No Holiday
Honeymoon
Down Down Down
Red Eye Troll
From Your Girl
Weird Boy Next Door
Oh Nina
End it All
Funny Place
I’m a Dick
Agony
Sad Tomorrow
Ethyl My Love
Won’t Come Out to Play
Saying Goodbye
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Foto de portada: Micaela Segovia