La sensación de California llego a nuestro país para presentarse en el escenario de Niceto Club. La visita de Cuco se hizo esperar en Argentina, luego de suspender su show en el marco del Personal Fest por culpa de un accidente automovilístico. Esa ausencia se hizo notar a finales del año pasado, y el público estaba ansioso por disfrutar un show en solitario del joven de origen mexicano.
Los encargados del warm up antes del plato fuerte fueron los chicos de Isla de Caras, banda argentina que lleva ya un tiempo en ascenso. En un set corto lograron entretener a los presentes con guitarras nostálgicas y melodías contagiosas. Después de un intervalo breve, apareció Cuco en el escenario. Acompañado de su banda, el joven lució un look sencillo y sin demasiada parafernalia, listo para pararse enfrente de su teclado, lugar donde se quedó prácticamente toda la noche.
Los primeros momentos del show fueron correctos, con canciones como la lenta “Winter’s Ballad” y un público que observaba muy atento. Le siguieron “Lover is a Day” de su primer EP Wannabewithu y la nueva “Hydrocodone”, de la cual hace poco estrenó video. En mitad del show, Cuco interpretó su hit spanglish “Lo que siento”, que entre un flow afinado y un final con trompeta en mano dejó entrever sus múltiples talentos. Cuco terminó de meterse al público en el bolsillo con la siguiente canción, la mariachi romántica “Amor de siempre”.
Cuco puede hacer indie rock, canciones mexicanas y hip hop con la misma facilidad sin perder su esencia. La clara muestra de esto fue cuando regresó al escenario luego de un pequeño descanso para interpretar “Lucy” y “VCR”, dos canciones con bases hip hoperas de su ultimo EP Chiquito. El show estuvo impecable con canciones para reflexionar, bailar y hasta para saltar. Hubiese sido ideal si para el encore, Cuco volvía a aparecer y no dejaba a su banda tocando sola, la cual por cierto fue la encargada de levantar la energía en varios momentos de la noche. El encore consistió en 10 minutos con los músicos improvisando y un publico que pedía a gritos a por un Cuco que nunca salió.
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Foto principal: Pablo Brunotto.