“¿Vos ves la tremenda banda de funk que armó? Dante sabe,” le dice de improviso un espectador a una chica que tiene al lado. No se conocen, pero ella le responde afirmativamente y una charla animada comienza. Es breve y gira en torno a la capacidad que tiene el cantautor de reinventarse y siempre sumar una nueva arista musical a su espectáculo. En este caso son “los guerreros del funk,” como el mismo Dante Spinetta se refiere a los músicos que componen su banda en esta fecha de despedida de 2019 en Niceto Club.
El Dante está de festejo. Esta noche es su cumpleaños y celebra su día con un show que será la mixtura ideal entre los estilos que hoy en día maneja el artista: un poco de música urbana al comienzo, otro poco de sus clásicos raps y para cerrar el funk característico que lo nutre desde siempre. “Se nota que escuchó mucho Prince,” agrega el mismo espectador de hace un rato, ahora viéndolo hacer un solo de guitarra mientras a su lado la cantante Julieta Rada mueve las caderas y la melena negra, característica de su familia.
Y se nota, además, que el cantante se siente seguro y muy confiado en esta exploración que viene encarando desde la salida de su disco Puñal en el 2017. Ahí Dante Spinetta tomó un camino más introspectivo y observador, con un álbum lleno de reflexiones románticas muy poéticas en el que mostró su lado más vulnerable. Con baladas como “Soltar” y una gran presencia de cuerdas y su voz desnuda, el músico se abrió paso a un presente más adulto, tranquilo y sin tanta juerga en sus canciones.
Así llega a este espectáculo en el que prima el contacto fluido con su público y una iluminación pensada para cada track, en el que la luz y la presencia de este cantante de 1,90 metros generan sombras que acompañan las melodías.
El show, de aproximadamente una hora y cuarto, da el puntapié inicial con el segmento más urbano: “Verano hater”, el hit caluroso que tiene junto al trapero Duki. Le siguen algunos clásicos como “Gisela”, en el que se toma un momento para recordar entre risas ese confuso episodio en el que vincularon su canción con la ex novia del político Daniel Scioli.
Dante se está divirtiendo en su noche y se nota. Se vistió formal, con camisa y pantalón de vestir, y tiene ganas de charlar y hacer chistes. Luego del segmento urbano y del melódico, el músico se arremanga las mangas para su especialidad: clásicos de Illya Kuryaki and the Valderramas, canciones a las que se refiere en broma como “de un proyecto paralelo.” Al final brilla con “Hombre” y “Jaguar House”, antes de dejar en manos de sus guerreros del funk un cierre instrumental con un solo de jazz. Dante sabe.
*
Foto principal: Mica Garate.