El patio más cool del circuito se vistió de fiesta dominguera para darle lugar a cuatro impecables presentaciones de la escena. Las Taradas, Banda de Turistas, Mi Amigo Invencible y Usted Señálemelo dijeron presente en Konex en una cálida tarde que quedara en el recuerdo.
Si alguien pregunta qué tipo de música hacen Las Taradas, la respuesta puede ser tan variada como la cantidad de instrumentos que maneja esta big band sorora. Quizás la definición de “todo tipo de folklores” (norte-americanos, europeos, colombianos, mexicanos…) quepa mejor en el diccionario de la banda que, rememorando canciones de los ’40 y ’50 abrió la tarde con mucha energía y un notable buen humor en la escena.
Caía el sol y el público ingresaba cada vez con más fluidez, aunque el patio no se llenaba; a las muchas actividades que ofrece Konex (además de ver bandas) se le sumaba un sector tomadores en el que se debía permanecer si se quería beber alcohol. La cuestión hacía a la dispersión de la gente por todo el lugar, hasta que el primer sonido de la banda funcionó como el llamado para la congregación de la masa, al fin, cubriendo todo el playón principal. Así, el alcohol en sangre, las sangres en cuerpos que comenzaban a moverse (cada vez más), la casi no luz del atardecer y los dulces y poperos temas de los Banda de Turistas funcionaron como el clima justo para que se genere una potencial fiesta, y así fue.
Después de dos presentaciones en las que quedó demostrado la calidad de músicos con los que se estaba tratando, cayó la noche y se asomaron las estrellas. Justo detrás de la batería, la pantalla no daba más de galáctica (casi tan de otro planeta como las teclas y los punteos que minutos después hacían sonar los Mi amigo invencible). La voz que envolvía hermosas y sugerentes letras como “te quiero hablar mientras bailas” o “hay canciones que hacen bien y otras canciones que hacen ver de lejos el montón”, sonaron ante un público en modo bailarín, y así los Amigos Invencibles demostraron una vez más que con más de cinco años de trayectoria son una de las bandas más queridas del indie local.
“Si caíste adentro, puedes entender, vamos con el viento en vez de volver, sentí los maullidos yo también cambié, rompí en lo intenso una y otra vez”. Con esa poderosa canción (más parecida a lo producido en el primer disco que en el último al cual pertenece) largaron el cierre de oro los magníficos Usted Señálemelo. La gente estalló en pogo y ahora sí, la fiesta fue completa. Desde el público, Simón Poxyran (otro exponente del manso indie mendocino) estuvo inconscientemente a cargo de guiar en el revoleo de almas que provenía desde el playón. Cuando las canciones pedían bajar o bailar en el lugar, lxs cuerpxs obedecían perplejxs y se seguía preguntando ¿de qué galaxia son estos pibes? El momento de sensibilidad intensa fue con “Agua Marfil“, un himno tocado con todos los instrumentos (sic versión acústica de las últimas presentaciones) y careta alienígena para el virtuoso Juan Saieg. En el otro extremo, la batería bonzonica de Lucca Begueire se destapó post electrónica con un solo implacable y dejó a todos entregadísimos. La banda despidió la fiesta con “Big Bang” prometiéndole a su cada vez más numeroso público que “perderán el tiempo y, al fin, se encontrarán”.
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Foto principal: Usted Señálemelo, por Giuli Mastrangelo.