“Yo no podía creer que todo el mundo se puso a cantar ‘Fanático’ ni bien la puse“, dice Juana Ruda, DJ y productora de la fiesta Polenta, en conversación con Indie Hoy. Este año, la activista trans se subió por primera vez a una carroza. “Ahí sentí que, ante toda la adversidad, nuestro objetivo es estar juntes como colectivo. Y la marcha es un reflejo de eso“.
El último single de Lali, una chicana al actual presidente del país, fue parte de la banda de sonido que se repetía en decenas de carrozas. Aunque se pronosticaba lluvia, el clima acompañó la jornada que arrancó su convocatoria a las diez de la mañana del pasado 2 de noviembre y fue un éxito total.
“Yo sabía que iba a salir el sol, no podía ser de otra manera -comenta Juana con una alegría que se nota en su cara-. Yo creo en la marcha como un espacio de liberación, en el que todo el mundo se puede expresar sin la presión social que solemos tener, que es que nos quieren volver a meter en el closet. Frente a eso, poder hacer una fiesta dentro de un contexto hostil es algo que me parece muy valorable. Porque no nos van a quitar la alegría y tampoco nos van a quitar nuestros derechos”.
No muy lejos de la carroza de Polenta, Leandro Cahn repartía preservativos. El director de la Fundación Huésped cuenta que las preocupaciones de la organización en el último tiempo tuvieron que ver con la distribución de los métodos para prevenir y tratar el VIH/sida.
”Hay una falta en todo lo que tiene que ver con los tests, los profilácticos, los estudios de carga viral -explica-. Este año hubo un recorte de un 76% en los fondos para el VIH e ITS. Y pasa que, cuanto más te alejás de Buenos Aires más se siente esto. En el resto del país existe el riesgo no solo de que se vea comprometida la salud individual, sino también la de toda la sociedad, con el daño que esto puede generar”.
La fundación, activa desde 1989, es pionera en trabajar desde una perspectiva de derechos humanos centrada en VIH/sida, contemplando a la salud sexual y reproductiva de manera integral. “En este año en que la ESI es tan discutida, eventos como estos nos hacen pensar que la educación sexual también se da con lo que se calla, lo que se oculta“, remarca Leandro.
Por qué marchamos
Con una convocatoria masiva, desde las cinco de la tarde decenas de carrozas de distintos colectivos desfilaron por las calles del centro porteño. En un contexto político atravesado por el avance de la derecha en la región, la comisión organizadora de la marcha llamó a movilizar bajo el lema “No hay libertad sin derechos ni políticas públicas. No hay libertad con ajuste y represión”, repudiando el cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y el del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad.
“Para mí, la lógica es básica -dice el diseñador y activista Kei Castillo arriba del camión de la Liga Deportiva Travesti Trans y No Binaria-. Tenemos que estar acá y marchar, porque llegar a ser deportistas es posible gracias a que comemos, trabajamos, tenemos un DNI, y a todas esas circunstancias que logramos por las luchas de tantas personas que vinieron antes que nosotres“.
Kei es miembro de la comisión que desde el 4 de noviembre organizará el Mundial de Deportes Acuáticos de la Diversidad, que tendrá sede en la Ciudad de Buenos Aires. “Lo mínimo que podemos hacer es estar -concluye-, porque nosotres somos herederos de una lucha y es la manera que en esta coyuntura sostenemos nuestros derechos: estando. No hay nada más representativo que dos millones de personas diciendo que existimos”.
Música, brillo y plumas
Durante toda la tarde, la marcha fue una fiesta a cielo abierto, con el centro porteño como gran salón de baile. Las carrozas musicalizaron con Lali, Gilda, Thalía, Gloria Trevi, Miranda!, Freddie Mercury y Miss Bolivia, mientras abajo una marea de gente cantaba a la sombra de la hilera de plátanos que bordean la Avenida de Mayo.
Juana Rozas, Blair, Vera Frod, Fiah y Faraonika se sumaron al encuentro con temas propios y covers que dictaban el baile, con mucho brillo, abanicos y plumas. Acompañando la carroza de Polenta, una pasarela brillante fue el escenario del desfile de ballroom organizado por House of Tropikalia. Este baile, que está siendo furor en la Argentina, fue de lo más aclamado por el público que escoltaba haciendo palmas y repitiendo los pasos al ritmo de “Vogue” de Madonna.
En el escenario principal, Ibiza Pareo cantaba “Puerto Pollensa“. Después de tanto baile, el ritmo de la tarde se sentía más calmo, y el público, emocionado, tarareaba el estribillo de este himno del colectivo. Y ya cerca de las nueve de la noche, con el cielo estrellado y con las carrozas estacionadas, la fiesta tuvo su esperado cierre con Valeria Lynch.
“Gracias por dejarme vivir un evento tan especial, lleno de emoción y gritos de libertad”, celebró antes de cantar “Me das cada día más”, con miles de coristas en la Plaza Congreso.
Fit check
“Hagamos de las calles nuestras galerías de arte”, impone, desde las alturas, un cartel. El clima, agradable, pero no sofocante, dejó desnudos muchos torsos, no solamente masculinos. “Acá se respira libertad. Acá nadie te va a juzgar” grita una chica al pasar, y agrega: “Ojalá siempre fuese así”.
La gente camina entre humos de choripán y centenares de abanicos que se mueven bajo el sol y la humedad de la Ciudad. Las paredes de la Avenida de Mayo que encierran a la Legislatura porteña se vistieron de gala por la intervención: grupos de mujeres con alas en sus espaldas y chicos cubiertos de glitter.
“Me acabo de comprar estas medias”, cuenta Eloísa, una niña de 12 años que vino con su mamá, mostrando una de las prendas que más se ve en la marcha: los soquetes con los colores del arcoiris. “Y también me compré estas”, agrega, con unas de Lisa Simpson en la mano.
A la distancia
Quienes también formaron parte de la marca, esta vez a través de sus redes sociales, fueron Lali y Tini. En las primeras horas del sábado, la artista que el año pasado cerró con su show la marcha, escribió en su cuenta de X: “Orgullosxs de quiénes somos. Siempre. Orgullosxs de la potencia y el amor que nos mueve. Orgullosxs y valientes, siempre. Por los que ya no están. Por los que son. Por los que encuentran la libertad con la fuerza de la verdad”.
Por su parte, Tini Stoessel eligió apoyar la celebración de una forma similar. En la misma red social, la joven estrella pop escribió, “Amar y ser en libertad es lo más lindo e importante que puede existir”, junto a un emoji de la bandera LGBTQ, otra del orgullo trans y un corazón.
Un poco de historia
El 2 de julio de 1992 se realizó la primera Marcha del Orgullo Gay-Lésbico en la Ciudad de Buenos Aires, bajo el lema de “Libertad, igualdad, diversidad”. En plena era menemista, más de 250 personas se concentraron frente a la Catedral de Buenos Aires y marcharon hasta el Congreso de la Nación.
Lejos de la fiesta y la apertura que representa la marcha hoy, en ese momento la mayoría usó caretas de cartón, porque temían perder sus empleos. Esa semana fue celebrada por el movimiento homosexual argentino como la “Semana del Orgullo Gay-Lesbiano”.
Algunos años después, en 1997, la marcha del Orgullo LGBT de Buenos Aires pasó a celebrarse el primer sábado del mes de noviembre, en conmemoración del 30º aniversario de la fundación de “Nuestro Mundo”, el primer grupo homosexual de Argentina y de toda Latinoamérica. Convocades con el lema de “Celebramos la vida con orgullo, repudiamos la discriminación y la violencia”, más de mil personas se reunieron en el centro de la ciudad de Buenos Aires. Desde ese entonces, la marcha convoca cada año a más gente.