Las ídolas pop, al fin, han cambiado. Se ha roto el estereotipo de las divas de los 90 y principios de los 2000, con sus cuerpos perfectos y comportamientos discretos y reservados, salidas de Disney y otros semilleros de talentos. Siguen estando las estereotipadas, claro, pero también ha emergido un grupo nuevo y fresco, que ya no son flacas y esbeltas como la norma indica, ni componen canciones de amor inocente que hablan metafóricamente de corazones rotos.
Esta nueva generación de chicas pop reales y feministas puede resumirse con el ejemplo de Tove Lo, la cantante sueca de 32 años que tocó por segunda vez en Argentina el pasado martes 19 de noviembre en el Teatro Vorterix. Ebba Tove Elsa Nilsson regresó al país después de su primera visita en el Lollapalooza del 2017 para presentar su más reciente trabajo discográfico, Sunshine Kitty (2019). Un disco que demuestra que el pop puede ser profundo, oscuro y explícitamente descriptivo en materia de experiencias sexuales, drogas y estados de ánimo. Ella misma dijo -en una entrevista a Rolling Stone hace poco- que antes el pop era música de gente joven para otra gente muy joven y que hoy, de la mano de artistas como Lorde y Billie Eilish, alcanzó un nivel más honesto de composición que puede ser apreciado por público de distintas edades.
La fecha, que comenzó con el debut como cantante de Minerva Casero, propuso un encuentro de chicas que juegan con los límites de lo ya conocido dentro del género. La joven actriz presentó algunas canciones inéditas de lo que será su primer lanzamiento, que oscila entre el synth pop y una poesía misteriosa como el mismo personaje que crea Minerva para su show.
De retratar todas las posibles caras del dance pop de Tove Lo se trató el show del martes.Fue un paseo por toda su discografía, con temas que repasan los distintos estadios musicales y sentimentales de la cantante. El puntapié inicial lo dio con el atrevido “Disco Tits”, una canción en la que le dice a un chico en la pista de baile que está transpirando de pies a cabeza, que tiene los pezones duros y que está más drogada que la mierda. Tampoco faltó el hit que hizo junto a su ídola Kylie Minogue, “Really I Just Don’t Like You”, el topless en “Talking Body” y las canciones que la hicieron popular como “Habits” y “True Disaster”.
Simpática, bailarina, conversadora y bibliográfica, Tove Lo fue explicando el contexto de composición de algunas de las canciones que entonó, como “Hey, You Got Drugs?”, un tema que compuso en su juventud sobre una relación de la que le costó salir. Hubo un “oohh” general y ella continuó diciendo que había sido su culpa caer en ese vínculo vicioso. Y ahí la multitud le gritó que no, que no era responsable de eso y Tove Lo, emocionada, agradeció y comprendió la sororidad de su público.
Todas las canciones de Tove Lo podrían ser las escenas más reventadas de la serie de Lena Dunham, Girls. Incluso su más reciente álbum se llama Sunshine Kitty por un capítulo en el que Hannah (el personaje de Dunham) conversa con alguien sobre el bronceado de vagina como absorción energética del mundo. Tove Lo lo vio fumada y le pareció un concepto muy potente que reflejaba su maduración y composición más cercana y actual, a diferencia de sus otros discos que contienen canciones que elaboró durante toda su vida. ¿O acaso alguien pensó que era fan de Kitty?
*
Foto principal: Trigo Gerardi.