Último día del festival Primavera Sound y el cansancio ya pasa factura. Más de doce horas de conciertos al día no es ninguna tontería. La última jornada se ha visto ensombrecida por la cancelación -con anterioridad- de Rodriguez y Band of Horses a última hora, pero la ilusión sigue intacta.
En lugar de los de Seattle, el festival programó de nuevo a Deerhunter, que ya tocaron el jueves y volvían a tocar el domingo. Aunque el grupo no entraba en nuestros primeros planes, fue una compensación de última hora bastante satisfactoria. Los de Atlanta empezaron su concierto con humor, con un “Hello, We are Band of Horses” –seguramente más de uno se lo tragó al principio-, y continuaron con “Cryptograms“. Repasaron su discografía introduciendo temas de su recientemente publicado Monomania, y aunque desprendieron calidad y “savoir faire”, no fue un concierto tan celebrado como el del jueves. Se percibía en el ambiente cierta nostalgia por no ver a Band of Horses, y como los más fans de Derhunter -que ya los vieron el jueves- aprovecharon para ver otras propuestas, el público del Heineken no fue de lo más entregado. Algún problemilla de sonido -para nada por su culpa-, pero un bonito concierto al final.
Mientras nos dirigíamos a Wu-Tang Clan, pasamos por delante del ATP a descubrir en directo los maravillosos The Oh Sees. Aunque no consiguieron concentrar a la gran massa por la solapación con el clan hiphopero, los dos temas que pudimos escuchar sonaron fantásticos. No vemos el momento de verlos en una sala. En cuanto a Wu-Tang Clan, fue un concierto que nos recargó de energías del primero al último. Aunque muchos de los allí presentes no eran fans de la banda, y tampoco de la música hip hop en sí, fue un concierto de relax total, de disfrute, de dejarse llevar, de contagiarse de “flow” y de disfrutar como niños. Una pena que vinieran sin banda como en Coachella, esta vez les bastó con un dj lanzando bases.
The Babies era una propuesta que nos hacía especial ilusión descubrir en directo. No vamos a quejarnos más del escenario Pitchfork porque ya está clara nuestra opinión al respecto, pero afectó al desarrolló del concierto. La propuesta de Kevin Morby –bajista de Woods– y Cassie Ramone –de Vivian Girls- nos sedujo. Indie-rock americano, divertido -de ese que te devuelve a los sueños adolescentes-, estribillos pegadizos, guitarras contagiosas y un público entregado. Máxima compenetración entra ambas voces principales en temas que aunque no conocieras parecían himnos generacionales.
Crystal Castles es un “must” de los festivales. La banda perfecta para entradas las altas horas de la madrugada. Tienen todos los ingredientes del éxito festivalero: ración de adrenalina, de locura, y inclusive ese toque de “a ver como la van a liar hoy”. Fuera de todo pronóstico en el Primavera Sound Alice Glass y Ethan Cath se comportaron. Y se comportaron no a nivel de demencia en el escenario, donde Alice siempre enloquece –lanzamientos hacia el público en solo la segunda canción y golpes de micro en la batería incluidos-, sino que se comportaron a nivel de concierto. Un concierto en el que estuvieron lejos de esas sombras y humo de siempre, donde no se distinguen ni la caras, un concierto lejos de esos de 20 minutos escasos –terminado precipitadamente por el estado de los artistas-, un concierto mucho más elaborado y valiente. Se mantuvo el repertorio de su pasado concierto en Barcelona en la Sala Razzmatazz, incluyendo algunos temas de su último trabajo III, pero sonaron mil veces mejor que en dicha ocasión. Al contrario que otras veces, esta si fue un “Epic Win” en toda regla. El escenario Ray-Ban, incluso estando a reventar, fue una buenísima elección.
Después de la explosión adrenalínica de Crystal Castles, decidimos catar un poco de Omar Souleyman –Mc Sullyvan para mis amigos-. A mi que me lo expliquen. Si, ha ido al Sónar, tiene más de 500 temas y puede estar divertido un rato, pero estamos hablando de una muy buena hora en un festival en el que muchos grupazos se están quedando sin tocar. Quizás no sabéis de lo que estoy hablando, como la mayoría de gente que se plantó en el ATP a esas horas, pero hacerme un favor y escuchar un tema suyo, el que sea, me entenderán. Y hablando del inminente Sónar, otro grupo que tocó el año pasado en el festival de electrónica avanzada y este año lo ha hecho en el Primavera Sound, son los exquisitos Hot Chip.
Soy muy pero que muy fan de Hot Chip, así que no puedo ser muy objetiva al respecto. Para mí los británicos siempre la clavan, y es que además de ser unas máquinas creadoras de hits, son de las pocas formaciones de música electrónica que en directo hacen un total y completo live. ¡Que para eso es el directo! Casi nada de material pre-grabado y una excepcional precisión en todas y cada una de sus piezas. Sonaron increíbles “Over and Over“, “Ready for the Floor” o “One Life Stand“, pero también desataron la furia primaveril temas de su nuevo trabajo como “How Do You Do“, “Flutes” o “Night and Day“. Geniales con la G bien grande.
Y para cerrar el primavera, y eso es un hecho, no puede faltar la mítica sesión a cargo de Dj Coco. Michael Jackson, pasando por Django Django y M83, junto con Metronomy, Pulp o los Beastie Boys, míticas a lo Journey y toques poperos con Kelly Clarkson. De todo un poco para un cierre apoteósico.
Txt: Leonora Casacu
Fotos: Pablo luna Chao