Bajo un cielo cubierto y amenazante con la posibilidad de nueva lluvia de verano, Juana Molina presentó Wed 21 el pasado sábado 15 sobre el escenario del Centro Cultural Konex.Pasadas las 21 hs, la artista apareció sobre el escenario envuelta un largo vestido azul con corset negro, elogiado por más de un espectador durante la noche, y acompañaba por su banda: Odin Schwartz en teclado y Diego López de Arcaute en bataría,
El set arrancó con el primer tema que lleva el nombre del album, “Wed 21“, inundando de loops y dibujos con lineas melódicas el patio de un Konex bastante lleno. Siguió con el esperado hit radial “Eras“. Al término, alguien en el publico gritó: “¡más fuerte!”, a lo que Juana contestó ; “¿Más fuerte?, no sé, hablen con Nacho”; inmediatamente el sonido aumento mientras sonaba “Lo decidí yo“, y el público que hasta el momento se había mantenido expectante pero silencioso empezó a vibrar al mismo ritmo que el cabello suelto color ceniza de Juana flotaba con el viento sobre su guitarra. Otro de los temas que siguió fue “Ay, no se ofendan“, uno de los más eléctricos donde la voz de Juana estalló en varios solos sostenidos creando un ambiente muy parecido para terminar con el público bailando y Juana en el medio del escenario dando golpes a un platillo. A esa altura de la noche el Konex ya estaba encendido: seguía “Ferocísimo“, tema que suena como un mantra, fiel al estilo de la autora.
A medida que la noche trascurría, tanto el público como Juana se fueron soltando. Todavía faltaba temas de su disco anterior, “Un Día“, otro de los temas más brillantes que comenzó con la clásica intro de teclado y en el que la voz dulce de Molina se tornó intensa entre loops, sonidos electrónicos y beats de batería. Le siguieron “Vive Solo” y “Las edades“, otro tema de su nuevo material. La cantante, que de a momentos ponía caras como las de sus personajes en Juana y sus hermanas, a pesar de los aplausos y gritos eufóricos del público, se mostró exigente y pidió al sonidista que le bajaran los graves e incluso bromeó sobre una lucesita verde que titilaba en su sintetizador y que la estaba volviendo loca. En “Sin Guía, no” Juana se prometió” irse de casa algún día”, y es que la noche en el Konex, lamentablemente, ya estaba llegando a su fin.
Dos horas de mantra y melodías electricas y looperas, al mejor estilo de un disco de Atoms for Peace, Wed 21 nos mostró el renacimiento de una nueva Juana, recordándonos por qué es la reina del indie internacional. A eso de las 23 hs,todavía nos regalaba uno de los momentos más memorable del show: sola sobre el escenario, su voz en un tono dulce como de cuna y acompañada por una guitarra acústica, Molina cantó “El perro“entre aullidos y ladridos, que hicieron que el públicos estallara en aplausos, para cerrar con en un circulo eléctrico de una noche perfecta con “Los Hongos de Marosa“.