Atención, amantes de las ficciones policiales: hoy queremos recomendarles tres propuestas disponibles en Netflix que, como buenos fanáticos del género, no pueden dejar de ver.
Vivir sin permiso
La trama de Vivir sin permiso se desarrolla en Galicia y se centra en la historia de Nemesio “Nemo” Bandeira (José Coronado), un hombre que siempre estuvo ligado a las actividades del narcotráfico gallego. Ahora, Nemo ha conseguido blanquear su historial y es uno de los empresarios más importantes de la provincia. Pero su bienestar se trunca cuando le detectan la enfermedad del Alzheimer, hecho que lleva al empresario a intentar ocultarlo a toda costa mientras pone en marcha la elección de su sucesor.
Es en ese momento cuando sus dos hijos legítimos comienzan una lucha de poder para demostrar quién es el mejor para hacerse con la herencia de su padre. Por otra parte, su ahijado Mario Mendoza (Álex González), un brillante abogado, es a priori el más preparado, pero Nemo tiene un conflicto moral y es que no es de su sangre. Este, que ansía esa herencia, usa su atractivo y buena planta en un plan que le lleva a convertirse en el peor enemigo.
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Fargo
Fargo es una tira que mezcla humor negro y drama, y está inspirada en la película homónima de 1996 escrita y dirigida por los hermanos Coen. La serie sigue un formato de antología (es decir que cada temporada está ambientada en una era distinta, con una historia diferente y, en su mayoría, con nuevos personajes), aunque sí hay una pequeña superposición. Cada entrega comparte una cronología común con la película original mientras trata con lo natural y lo sobrenatural.
A lo largo de todas sus temporadas, Fargo se rige por el crimen organizado y cómo afecta a alguna pequeña ciudad en Estados Unidos, donde gente común y corriente se ve empujada a eventos que están fuera de su control e invariablemente toman decisiones equivocadas.
La víctima número 8
Esta serie de intriga comienza con un ataque yihadista en el Casco Viejo de Bilbao y en el transcurso de los episodios se traslada la acción a Madrid, donde sucede la resolución de la trama. La serie indaga en cómo los personajes viven las consecuencias del ataque. Estas personas son tanto víctimas como verdugos, y la policía se centra en detener a los responsables de la barbarie. Koro (Verónika Moral) es la responsable de investigar el suceso, pero todo se complica cuando descubre la identidad de las víctimas.