Anatomía de un escándalo es una de esas series de Netflix que, ni bien se estrenan, generan un revuelo tremendo y una gran cantidad de fanáticos. Esta producción de seis episodios desarrollada por David E. Kelley y Melissa James Gibson -basada en la novela del mismo nombre de la autora Sarah Vaughan– relata el caso judicial de James Whitehouse (Rupert Friend), un político poderoso y exitoso que es acusado de violación, y el impacto que esto tiene en las mujeres atrapadas en el centro del mismo.
Lo cierto es que el show fue concebido para que la historia empezara y terminara con una sola temporada, pero el éxito que provocó la tira invitan a pensar si Netflix no reevaluará su decisión para darle continuidad. “Dejo eso en manos de los expertos, los escritores, para ver a dónde van los personajes”, dijo Michelle Dockery -la responsable de darle vida a la fiscal del caso, Kate Woodcoft- en referencia a una segunda temporada.
De igual manera, la actriz de 40 años nacida en Londres hizo notar que “la trama deja una nota de lo que está por venir”. “Es el comienzo de otra historia al final”, señaló en una entrevista (vía Infobae). “Ves a James siendo llevado en un auto de policía y Kate está a punto de comenzar un nuevo caso. Pero definitivamente parece que hay un impulso al final que podría llevar a algo más”.
Lo cierto es que, aunque los fans la pidan y el cierre de la historia invite a una segunda entrega, hasta el momento Netflix no informó que se le haya dado luz verde a la season 2. Aún así, para pasar el tiempo, esta semana te recomendamos tres series para ver después Anatomía de un escándalo.