El pasado 17 de junio Netflix sumó a su catálogo la serie islandesa Katla. Recomendada por tener similitudes con la alemana Dark, la tira ya se ubica entre lo más elegido por los suscriptores pues su trama contiene ciertas particularidades que no permiten que pase desapercibida. Se trata de una miniserie de ocho episodios que se centra en la pequeña comunidad que vive en el pueblo Vik, donde se encuentra el volcán que da nombre a la serie.
Esta es una historia de ciencia ficción y misterio, y la intriga comienza con la inesperada aparición de una mujer cubierta de lava petrificada de quien se desconoce su identidad y procedencia. Esta presencia desatará una interesante investigación en torno a diferentes desapariciones relacionadas con el volcán. Justamente a propósito del volcán, hay que decir que existe en Islandia, está ubicado bajo el glaciar Mýrdalsjökull y también está rodeado de un cúmulo de mitos y leyendas.
En cuanto a los hechos prácticos, este es uno de los volcanes más poderosos de Islandia y su última erupción fue en 1918. Se estima que cada 40 u 80 años se puede provocar una nueva, por lo que está permanentemente monitoreado. El nombre de Katla proviene de una hechicera de la mitología islandesa y según la leyenda, ella habría sido la guardiana de la llave del monasterio que se encontraba en la cumbre del glaciar.
Siguiendo esta historia, la bruja Katla estaría escondida dentro del glaciar como forma de huir y cuidar una prenda mágica que le permitía a ella, o quien la usara, correr a la velocidad del viento. Como vemos en la serie, muchos misterios y eventos sobrenaturales suceden a las personas que caen en el volcán.
Sobre el futuro de la serie Katla, aún no se sabe si habrá una segunda temporada, pero su creador ha pasado largo tiempo trabajando en esta historia por lo que podríamos esperar una continuación. Además, ha tenido gran éxito y el final de la primera temporada permite que los hechos y los personajes se sigan desarrollando.