Netflix acaba de estrenar el cuarto volumen de la miniserie Misterios sin resolver. A través de cinco capítulos, aborda casos reales que captaron la atención pública pero, a pesar de arduas investigaciones, continúan sin resolución. A continuación, 3 historias increíbles que se cuentan en esta temporada.
La identidad de Jack, el destripador
Esta temporada inicia con uno de los más grandes misterios en materia de asesinatos: la identidad de Jack, el destripador. El asesino que se cobró al menos cinco víctimas en 1888 en Londres se ha convertido en una famosa figura de la cultura popular, aunque nunca llegó a determinarse su nombre real.
El asesino atacó a prostitutas y sus crímenes se caracterizaron por cortes en la garganta y extirpación de órganos. Si bien existen teorías sobre la identidad de este criminal, lo cierto es que, con el paso del tiempo, los indicios no permiten concluir quién fue realmente.
El crimen de Sigrid Stevenson
El 4 de septiembre de 1977, la estudiante Sigrid Stevenson (25 años) fue hallada sin vida en el auditorio de la universidad Trenton State College, Nueva Jersey. La joven fue encontrada un domingo por la noche por un seguridad, luego de que viera una bicicleta atada en una de las entradas.
Nadie parecía saber nada sobre la persona que podría haber asesinado a Stevenson, no había signos de abuso sexual aunque sí de violencia física. La investigación no logró dar siquiera con figuras sospechosas y el caso nunca fue resuelto: ni sus circunstancias ni el responsable.
La muerte de Amanda Antoni
En 2015, este caso sacudió a Canadá. Una mujer con una vida ordinaria y sin aspectos extraños en su cotidianeidad, fue hallada muerta en el sótano de su casa. Quien la encontró fue su esposo, Lee, quien había pasado el fin de semana fuera de la ciudad. La mujer fue hallada con un golpe en la cabeza y el esposo fue el primer sospechoso, pero este pudo comprobar que no estuvo allí.
Luego de diversas investigaciones y testimonios de vecinos, en 2016 las autoridades concluyeron que la causa de muerte de Amanda había sido un accidente, aunque para muchos -incluida su familia- esta teoría no se presentó convincente y hasta la actualidad siguen sin saber qué pasó.
Mirá el tráiler de Misterios sin resolver: Volumen 4.