Un lugar para soñar, la nueva serie furor de Netflix, está basada en la novela Virgin River de Robyn Carr. La serie ya cuenta con 3 temporadas en la plataforma y desde el reciente estreno de los nuevos episodios ocupa los primeros puestos de la lista de lo más visto.
Lo cierto es que la serie se ha tomado algunas licencias con respecto al libro. Como suele suceder en las adaptaciones, no siempre se sigue la historia al pie de la letra sino que algunas decisiones cambian partes de la trama, ya que estamos frente a dos formatos narrativos diferentes: la literatura y la televisión. A continuación te contamos algunas de las más notables diferencias entre las novelas y la serie de Netflix.
Atención: a continuación se revelan datos de la trama de la serie.
La muerte de Mark
Por un lado se encuentra la terrible muerte del marido de Mel. En el libro, Mark pierde la vida luego de un violento robo y se hace hincapié en que nunca llegaron a ser padres, algo que ambos deseaban con fervor. En cambio, en la serie se buscó más potencia dramática al graficar la muerte con un accidente automovilístico mientras Mel y Mark vienen discutiendo en malos términos sobre la posibilidad de convertirse en padres.
El embarazo de Charmaine
Con el objetivo de sumar tensión dramática y posibilidades de expansión en la trama, decidieron que Charmaine esté embarazada, algo que no sucede en el libro. Así lo explica la showrunner Sue Tenney: “Charmaine está lidiando con un amor no correspondido porque ella ama a Jack pero él no. Mel y Jack quieren estar juntos, pero Mel no está lista. Así que para la escritura de esto, el hecho de que Charmaine esté embarazada agrega más complicaciones, cuando estás con alguien, terminar o divorciarte es una cosa, pero los niños son para siempre”.
Diferencias de tono
Por último, una gran diferencia se refiere al tono. Mientras que los libros de Carr apuestan a un fuerte erotismo, esto no sucede en la adaptación de Netflix, Un lugar para soñar. Posiblemente esta haya sido una elección ligada a las restricciones por edad, siendo que a más contenido explícito, el público se vuelve más acotado. Por otro lado, también se apuntó a un tratamiento más dramático que romántico de la trama, algo que también se diferencia de su fuente original.