Mazes surge en 2009, cuando Edward Anderson y su amigo Charles d’Autremont coinciden en darle una forma a las nuevas canciones que tenía Anderson. Como dúo, grabaron dos discos, y en 2013 Charles -eterno nómade- decide abandonar Chicago. Ambos tenían la convicción de seguir con el proyecto más allá de la distancia.
La madre de d’Autremont es Argentina y una de las ciudades en las que vivió fue Buenos Aires, gracias al hospedaje de sus abuelos maternos. Ahí montó un estudio y recibió un día a Edward de visita. Juntos conocen en Buenos Aires a Federico Bramanti, un personaje del under local que integra bandas como Poseidótica, Grillo Matto, Puerto Infinito y Las Mejores se acabaron. Bramanti es invitado a formar parte del proyecto y así comienza una travesía que duraría unos cuatro años de idas y vueltas: el disco The Violent Tapes, publicado hace unas semanas por los sellos Sanzimat International y Half Lithuanian.
En el disco (cuyo título se inspira en la misteriosa serie del fotógrafo David Lamelas “The Violent Tapes of 1975”) participan varios músicos argentinos: Fran Wechsler de Aloe, Tomás Gaudio de Maniac Mantu, entre otros. Cuando reunieron todo el material grabado, no solo en el estudio sino también en casas, parques, viajes y estudios de distintas ciudades, volvieron a Chicago y con el productor Tim Sandusky (Lola Wolf, Ezra Furman) dieron forma a este flamante tercer álbum.
Uno de sus cortes es “Missing Numbers“, para el que hoy estrenamos en exclusiva para Latinoamérica su correspondiente videoclip grabado en el Museo Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de Buenos Aires.
Fue dirigido por Catalina Giordano, quien nos comentó:
“El tema ‘Missing Numbers’ habla de una chica que permanece en las oscuridades de su mente. Por eso buscamos una actriz que pudiera mantener su mirada vacía y perdida. El mejor lugar para que eso se pudiera dar era un museo. Los museos son silenciosos, son lugares donde uno habitualmente no habla ni se mira a los ojos. Pero para mostrar con efectividad la actitud lejana de esta chica frente a los otros, frente al plano real, había que añadir otros dos personajes. Dos hombres que, aunque buscaran el encuentro, se desencontrarían constantemente con ella.
En su oscuridad, esta chica tiene, de todas formas, potencial para relacionarse con el arte. Es probablemente lo único que la motiva. De a poco, entonces, estos tres personajes se irán conectando solo a través del arte, humanizándose irónica y lentamente; simulando una estatua, bailando descalzos frente a cámara en una sala del famoso Museo de Bellas Artes, pero aun así sin todavía mirarse a los ojos ni comunicarse de manera convencional el uno con el otro. Ella está ausente. Desaparece de plano. Los dos chicos se miran a los ojos por primera vez y dan cuenta de la presencia del otro una vez que ella ya no está. Quizás sea porque nunca estuvo ahí”.
Lo podés ver en el reproductor de arriba. A continuación, The Violent Tapes para escuchar: