El despeche alcanzó profundidades inconmensurables en la vida de Lykke Li el año pasado. Fruto de ese contacto tan visceral con sus sentimientos y su talento musical nació uno de los discos más importantes en lo que va del año: I Never Learn.
Cualquiera que lo haya escuchado puede afirmar sin dubitación que es un disco inmenso; y quizás muchos podamos coincidir, en que “Gunshot“ es su momento más álgido. Una canción de fuerza movilizadora, que hoy encuentra su realización audiovisual.
El video, un tanto perturbador, muestra a la bella sueca en una extraña danza en la que simula convulsionar en un estacionamiento repleto de extraños personajes.
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