Una mujer anda en bicicleta y se cruza con una medusa. Un perro rojo observa algo con tristeza. Unos impalas saltan y atraviesan una pared durante el atardecer. Imágenes que desprenden un intenso aroma a nostalgia y fantasía. Son flyers creados por Franeha, diseñador gráfico e ilustrador que desarrolla tópicos como la amistad, la música y la libertad. A lo largo de su carrera trabajó con bandas como Fin del Mundo, Revistas, Las Nubes, El Shirota, Carolina Durante, Los Blenders y Los Subtítulos.
Franeha nació un 26 de abril de 1989 en San Miguel. De niño consumía las imágenes de los libros de arte y arquitectura de su madre. Se imaginaba nombres para bandas y dibujaba sus logos. Toda hoja que se cruzara en su camino estaba destinada a ser intervenida. También pasaba mucho tiempo con sus abuelas y los amigos de la escuela, los cuales conserva hasta el día de hoy. Durante su infancia, a modo de juego, dio los primeros pasos de su camino artístico: unir el dibujo con la música.
A los 17 años tuvo su primera banda llamada Cuerpo. Con el mítico programa CorelDRAW diseñó los flyers para los recitales: no tenía idea de cómo hacerlo, pero el entusiasmo ganó a cualquier miedo. Primero se inspiró en las fotos y los libros de dibujo que había en su casa; más adelante quedó obsesionado con las imágenes de la Bauhaus, Piet Mondrian y Vladimir Kandinsky. Se enamoró de las formas geométricas que emulaban movimiento y de las manchas sin sentido que invocaban al lenguaje abstracto. No es casualidad que se haya interesado por estos referentes del arte moderno, los cuales pintaban bajo los códigos del lenguaje musical.
Franeha se considera un autodidacta. Realizó varios cursos de ilustración digital, tuvo un paso breve por la FADU y se dedicó a leer libros de diseño por su cuenta. Aun así, su aprendizaje más significativo lo obtuvo de tapas de discos y libros. Algunas imágenes que lo marcaron provienen de Fragile de Yes, Take Care, Take Care, Take Care de Explosions in the Sky, Rave Tapes de Mogwai y Bitches Brew de Miles Davis. En cuanto a libros, es muy fanático de Las puertas de la percepción de Aldous Huxley, El Eternauta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López y 1984 de George Orwell.
Ale de Gogogoch, Santi Pozzi, Emi Freakout, Charles Burn, Moebius y Roger Dean son algunos de los referentes que inspiran el trabajo del artista. Las extensas conversaciones con Luigi Baumann, músico, artista gráfico, productor y creador de la banda Fusibles, también fueron de gran ayuda para pensar un universo que combina lo visual con lo musical.
Hace diez años toca la batería en la banda post rock Elhombreanormal y sus aportes desde el diseño gráfico fueron claves para consolidar la identidad visual del proyecto. “Fuimos una de las primeras bandas de la Zona Noroeste en explorar el post rock, el slowcore y el emo. Desde el primer momento sentí que era la música que estaba buscando hacer. Fue una conexión muy fuerte, y también me inspiró a la hora de crear los primeros flyers”, afirma en conversación con Indie Hoy.
Por un tiempo la timidez gobernó la mente del diseñador: mostrar su producción, más allá de lo que hacía con la banda, le generaba mucha inseguridad. Todo lo que hacía se lo guardaba para sí mismo. “Los amigos fueron fundamentales, ya que constantemente me alentaban y me alientan para que haga cosas”, admite. Su círculo íntimo apoyó su trabajo y estimularon en él las ganas de ser un artista y dedicarse al diseño. “A medida que iba mostrándole a mis cercanos, ellos me alentaron y me hicieron ver el valor de mi trabajo. En gran parte esto se lo debo a mi amiga Yani Silva [bajista de Fin del Mundo] que confió en mí para crear ilustraciones”.
Las imágenes de Franeha están gobernadas por la simpleza y el equilibrio. Además de comunicar, sus diseños construyen escenas surrealistas donde aparecen sus amigos y seres imaginarios. El amarillo, el rojo y el naranja desbordan en casi todas las obras. Podría ser una combinación inspirada en los atardeceres de San Miguel y el noroeste argentino, territorios donde el tiempo se vuelve más lento y la luz del sol imprime un dejo de nostalgia. La naturaleza aparece como un portal entre la ciencia ficción y la magia, un cruce entre lo cotidiano y lo fantástico que remite al mundo de los sueños. “Creo que consciente e inconscientemente en mis ilustraciones y diseños represento la amistad y la libertad creativa. Para mí, la amistad significa confianza, inspiración, un refugio permanente“, concluye.
En su día a día Franeha necesita de la música, no puede crear o pensar sin su compañía. Le pasaba lo mismo cuando era chico y escuchaba a Queen o The Velvet Underground. Cuando toca la batería sale un poco de la realidad y luego vuelve con más energías para hacer un diseño. Esto y mucho más es todo lo que tiene para ofrecerle al mundo: un gran mapa de imágenes donde la sensibilidad se puede ver y escuchar, donde la amistad tiene un color y una forma determinada.