El cine tiene la posibilidad de conmover a sus espectadores de múltiples maneras: a través de la tristeza, la alegría, la evocación, la identificación y también desde la perturbación. Esta última característica no es solo potestad de las películas de terror, sino que es un recurso que podemos hallar en diversos géneros y que busca generar un efecto emocional en el público.
Las escenas “impresionantes” y angustiantes se encuentran a montones en el cine, sobre todo en las obras de aquellos directores y directoras que buscan el fuerte impacto y la incomodidad, como es el caso de Julia Ducournau, Gaspar Noé, David Cronenberg y más. A continuación, tres escenas perturbadoras que no queremos ver otra vez y que no pertenecen a películas de terror.
Escena de las uñas en El cisne negro
2010 – Dir: Darren Aronofsky
El cine de Darren Aronofsky se caracteriza por plantear temáticas provocadoras y tabú para la sociedad. Sea para exponer el flagelo de las adicciones, para contar la historia de un obeso mórbido o la locura de una bailarina clásica, el director siempre apela a las imágenes explícitas.
Uno de los momentos más impactantes de El cisne negro es cuando el personaje de Natalie Portman comienza a tener visiones y a arrancarse la piel de los dedos. Con un primer plano, el director nos somete a vivir el horror pesadillesco de su protagonista.
Escena de la violación en Irreversible
2002 – Dir: Gaspar Noé
Noé es conocido por sus películas provocadoras y esta es la razón por la que muchos espectadores eligen no enfrentarse a su cine. Si bien cintas como Vortex y Climax tienen escenas realmente incómodas y que calan en la psiquis del espectador, Irreversible es la más cruel y difícil de ver.
En la película de 2002 se muestra con cámara fija una violación en un túnel y es posiblemente una de las escenas más difíciles de ver de las últimas décadas, no solo porque la cámara no nos deja salir sino por la realista actuación de Monica Bellucci.
Escena de flagelos en La pasión de Cristo
2004 – Dir: Mel Gibson
La película de Mel Gibson fue promocionada como una pieza provocadora y explícita, que cuenta las últimas horas en la vida de Cristo. Esto hizo del film un boom de taquilla y lo cierto es que contiene muchas escenas impresionantes. La más impactante es aquella en que los romanos flagelan a Cristo mientras la fusta arranca su carne.