Marisa Paredes, la famosa actriz de cine y teatro española, murió a los 78 años. Fundamentalmente conocida por haber sido una “Chica Almodóvar”, formó parte de grandes títulos del director como Todo sobre mi madre, La piel que habito, Entre tinieblas y más.
Paredes fue presidenta de la Academia de Cine y recibió el Goya de Honor en 2018 como reconocimiento a su trayectoria de más de seis décadas. Aunque comenzó en el cine en los años 60, también incursionó en el teatro e incluso en la televisión. De hecho, uno de sus trabajos más recientes fue en la serie Vestidas de azul.
A continuación repasamos tres películas fundamentales de su filmografía.
Tacones lejanos (1991)
Dir: Pedro Almodóvar
En este drama que versa sobre las complejas relaciones entre madres e hijas, Paredes interpreta a Becky del Páramo, una cantante de boleros. En este melodrama, comparte protagonismo con Victoria Abril, quien desarrolla el personaje de su hija.
La historia cruza el amor de un hombre que ha sido amante tanto de la madre como de la hija y la competencia entre ellas. Además, introduce la historia de un asesinato y tiene momentos inolvidables, como el de Miguel Bosé transformista interpretando “Un año de amor” y la escena de baile carcelario.
El espinazo del diablo (2001)
Dir: Guillermo del Toro
Esta es una de las películas más aclamadas de la carrera del mexicano y la que él designa como la más personal. Está situada durante la Guerra Civil española en un orfanato aislado, una institución dirigida por la profesora Carmen -interpretada por Paredes- y el doctor Casares (Federico Luppi).
Allí, uno de los niños que acaba de ser abandonado deberá enfrentarse a la presencia de un fantasma y a los sucesos sobrenaturales que ocurren en el lugar, mientras los adultos parecen no ser de mucha ayuda.
La flor de mi secreto (1995)
Dir: Pedro Almodóvar
Este es uno de los papeles más recordados e icónicos de la carrera de la actriz. Allí, Paredes interpreta a una escritora de novelas rosa que trabaja bajo un seudónimo. El personaje se dedica a beber mientras atraviesa el duelo por la muerte de su marido y, paralelamente, comienza a notar un inesperado cambio en su estilo de escritura. Por este rol, Paredes fue nominada al premio Goya a Mejor actriz protagónica.