Las influencias de Quentin Tarantino son tan amplias que van desde el cine oriental (producciones que el director demostró conocer mucho cuando nombró sus largometrajes preferidos del género) hasta el trabajo de colegas europeos, entre ellos el de Jean-Luc Godard, quien con su film Breathless estableció una nueva forma de dialéctica cinematográfica.
La admiración del estadounidense por Godard es tal que en 1994, después del estreno de Pulp Fiction, Tarantino contó cómo el franco-suizo impactó la industria del séptimo arte de una manera sin precedentes y comparó sus contribuciones a las de Bob Dylan para con la música.
“Ese es un aspecto de Godard que encontré muy liberador: cintas que comentan sobre sí mismas, películas e historia del cine”, explicó el oriundo de Knoxville. “Para mí, él hizo con los films lo que Bob Dylan hizo con la música: ambos revolucionaron sus formas”.
Además, el cineasta 58 años comentó cómo el arte del parisino responsable de obras como Adiós al lenguaje y El libro de las imágenes afectó su manera de vivir las películas y lo llevó a darle forma a su estilo tan transgresor. “Godard es uno de los que me enseñó la diversión, la libertad y la alegría de romper las reglas… y simplemente joder con todo lo que hay en medio”, declaró.