Variety ha contado con el testimonio de diferentes directores consagrados que han elegido su película favorita del 2022. Uno de los entrevistados fue Wes Anderson, quien se encargó de elogiar a White Noise de Noah Baumbach. Ahora es el turno de conocer la opinión de Guillermo del Toro, quien está viviendo el reciente estreno de Pinocho en Netflix con gran éxito.
Una película atractiva con el sello de su director
El director mexicano se sintió fascinado por la biopic Elvis de Baz Luhrmann. Este film se convirtió en la segunda película biográfica más taquillera luego de Bohemian Rhapsody, contando con un gran recibimiento por parte del público y la crítica. La cinta aborda la vida y la obra de Elvis Presley pero desde la óptica del exitismo planteado por su manager.
Se trata de una película sumamente atractiva a nivel visual, lo cual es un sello autoral de Luhrmann y uno de los aspectos más celebrados por Del Toro: “Fue una experiencia, sazonada con detalles y manierismos perfectamente observados y pistas ocultas. Austin Butler y Baz exhiben el mundo agitado de Elvis, su talento transformador, su alegría, su alma y su tristeza. Actor y director trabajando en conjunto para refortalecer y reenergizar el poder y el peligro que Elvis poseía”.
Un estilo único marcado por el amor
Lo cierto es que Del Toro es un verdadero fanático del director de Moulin Rouge y, siendo un colega que entiende de despliegue en pantalla, el mexicano atribuye la responsabilidad de este éxito al propio Luhrmann: “El elemento secreto en la película de Baz es el propio Baz. La autonomía no domesticada que tiene, su fe infatigable y su ética de trabajo incansable que lo ha convertido en un maestro y, de hecho, el único proveedor de su estilo en sus películas“.
Del Toro sostiene que el director australiano logra seguir imprimiendo su sello autoral incluso cuando se trata de contar una historia conocida por todos y sobre una figura de una estética marcada: “La paradoja imposible de energía y control total yendo de la mano: el hecho de que haciendo el trabajo más personal haya alcanzado la verdad universal y el alma de los cinéfilos de todos lados“.
Finalmente, el director de El laberinto del fauno también celebró Elvis como hecho cinematográfico: “Contra todas las probabilidades, él creyó y entregó, una vez más, una película que hizo que los espectadores volvieran al cine luego de la pandemia. Ese es el poder y pureza de Baz, nuestro Baz único y su creencia en la verdad, belleza, libertad y por sobre todo amor en el cine, amor por la emoción y el amor por el amor”.