El cine de terror está viviendo una emocionante renovación. Mediante historias de gran potencia y una preponderancia del Art House, el cine de género se acercó a las grandes audiencias y salió del nicho que habitó en algunos momentos de la historia.
El terror tuvo épocas gloriosas. Los primeros grandes films del género nacido en Europa en la década del 20 fueron títulos que no pudieron ser superados: Nosferatu -película que tendrá próximamente una remake- y El gabinete del doctor Caligari son los más paradigmáticos.
Otro de los grandes esplendores del género llegó también desde el continente europeo, de la mano de la productora Hammer y sus versiones de Frankenstein, Drácula y La momia, con su pico de mayor popularidad en los años 60.
Lo cierto es que el cine de terror siempre estuvo presente en el panorama mundial y, luego del gran quiebre que significó Psicosis de Hitchcock, tanto Italia con el giallo y Estados Unidos con el slasher se obsesionarían con los asesinos enmascarados, siendo el primero anterior e inspiración para el segundo.
Tanto el giallo como el slasher serían la excusa perfecta para producir cataratas de películas. De hecho, el slasher se convertiría en un negocio altamente redituable durante gran parte de la década del 80 poniendo en práctica el uso y abuso de las secuelas y sagas.
Podríamos decir que el slasher fue una respuesta familiar y comercial al cine de terror que formó parte del Nuevo Hollywood durante la década del 70 con películas de corte sombrío y adulto como La profecía y El exorcista.
Los 90 sería una década irregular para el género, pero con la llegada de los 2000 se vivió una explosión del cine asiático que impactó en estas latitudes. Además, renacieron subgéneros como el found footage y creció la experimentación con nuevas tecnologías que se volverían clave para el desarrollo del género.
En lo que respecta a la actualidad, somos testigos de un fabuloso renacer que presenta un gran caudal de producciones y una revalorización de un género que históricamente ha sido ubicado en el espacio de lo “no serio”, apartado de las premiaciones y considerado un consumo de nicho o de adolescentes en pijama parties.
Mediante el impulso de productoras como A24, Shutter y Neon, entre otras, en los últimos 10 años nos topamos permanentemente con películas de terror que marcan la diferencia dentro del panorama contemporáneo.
Las producciones de directores como Robert Eggers, Ari Aster -quienes irrumpieron con rupturistas óperas primas-, Julia Ducournau, Demián Rugna, entre otros, se destacan desde diferentes partes del mundo.
Ellos presentan al terror como uno de los vehículos por excelencia para cuestionar la realidad, meterse en política, indagar en las problemáticas sociales y culturales y poner al espectador de frente a una reflexión descarnada sobre nuestro mundo.
Otras de las características que signan esta época del terror es la fuerte presencia de mujeres en roles de directoras y guionistas. Además, la explotación de diversos subgéneros del terror, ofreciendo así un abanico que va desde la revalorización del slasher y la influencia del giallo, al body horror, folk horror y el enaltecimiento de la combinación de terror y ciencia ficción.
¿Qué es lo que ha logrado este renacimiento del terror? La más obvia respuesta es la proliferación de excelentes películas. Pero también la implementación de estéticas ligadas al art house y la presencia de actores y actrices “clase A” -algo poco común para el género-.
También hay que nombrar las grandes inversiones de los estudios y la tendencia de poblar las películas de múltiples referencias que acercan a las nuevas audiencias y hacen del terror un objeto de consumo más ligado a la intelectualidad.
A continuación, 10 producciones que demuestran que el cine de terror está viviendo un momento fascinante.
La bruja
2015 – Dir. Robert Eggers
Esta es, posiblemente, la película más emblemática para marcar el renacimiento del terror. La ópera prima del director fue un verdadero éxito por presentar un impecable trabajo estético conjunto a una historia de gran potencia, rasgos feministas y escenas escalofriantes.
Más sobre La bruja en esta nota.
Cuando acecha la maldad
2023 – Dir. Demián Rugna
Argentina no cuenta con una fuerte tradición de terror, pero con Aterrados (2017) y Cuando acecha la maldad (2023), Rugna puso a nuestro país en el foco mundial. Así, el film sobre posesiones con tono de terror rural fue impulsor de más producciones de género en el territorio.
Leé nuestra crítica de Cuando acecha la maldad.
Trilogía X, Pearl y MaXXXine
2022 al 2024 – Dir: Ti West
Ti West es uno de los nombres infaltables del terror de los últimos años y su auténtica coronación llegó con esta trilogía protagonizada por Mia Goth en la que aborda personajes femeninos atravesados por la obsesión del éxito. A través de las tres películas hace una crítica rabiosa al star system de Hollywood y ensaya diversos homenajes al cine de terror.
Leé nuestra crítica de MaXXXine.
El conjuro (todo el universo)
Este universo de Warner Bros. se inscribe dentro del terror comercial, pero el éxito de sus múltiples entregas son prueba de la preponderancia del terror en lo que respecta a la taquilla. Teniendo como puntapié las historias del matrimonio Warren, esta serie de películas cuentan con legiones de fanáticos en todo el mundo.
Titane
2021 – Dir. Julia Ducournau
Entre las directoras mujeres que se destacan en el cine de terror contemporáneo se encuentra la francesa Julia Ducournau, cuya más reciente película es Titane, un cóctel explosivo en el que aborda el body horror, la maternidad, la identidad de género y el sexo en un trabajo estético y narrativo deslumbrante.
Leé nuestra crítica de Titane.
Hereditary
2018 – Dir. Ari Aster
Aster es uno de los nombres más relevantes de este momento del terror, no solo por su ópera prima sino también por la aclamada Midsommar. Hereditary es su primera película y cuenta con una estrella clase A –Toni Collette– para contar una historia que no escatima en escenas traumáticas citadas como parte de la cultura pop.
Skinamarink
2023 – Dir. Kyle Edward Ball
El cine independiente también dice presente en este panorama y una de las más interesantes rarezas del último tiempo es Skinamarink, una película aterradora y perturbadora que juega con ocultar. Con influencias de Actividad paranormal y Poltergeist, este film de bajo presupuesto es prueba de la gran diversidad que habilita el florecimiento del terror.
Esta fue la película más aterradora del 2023 según la ciencia.
Huesera
2022 – Dir. Michelle Garza Cervera
Desde México, la ópera prima de Garza Cervera logró impactar en todo el mundo. La maternidad se vuelve materia de horror -como en varias películas de nuestra época- y el punto de vista de una mujer se presenta revelador alejándose de tradiciones como las de El bebé de Rosemary o La profecía.
Más sobre Huesera en esta nota.
Get Out
2017 – Dir. Jordan Peele
Jordan Peele es un nombre que no puede faltar a la hora de abordar el terror actual. Con una carrera aún breve pero sin traspiés, el director ha incursionado en diferentes subgéneros. Get Out es su ópera prima y podría catalogarse como terror “soft”, ya que el horror reside más bien en la historia que se cuenta que en las imágenes que utiliza.
Leé nuestra crítica de Get Out.
La sustancia
2024 – Dir. Coralie Fargeat
Finalmente, la gran estrella de este año en materia de terror está siendo La sustancia. Esta película indaga en la búsqueda de la belleza y juventud eterna desde la plataforma que ofrece el terror. El drama ha quedado chico para abordar una temática que puede ser realmente estremecedora, por eso, mediante el body horror, Fargeat escandaliza y fascina en partes iguales con solo exacerbar prácticas que son cotidianas, sobre todo en mujeres.
Leé nuestra crítica de La sustancia.