Son infinitos los matices del horror. El género que despierta los miedos más viscerales puede venir en forma de invasión zombie, de criatura monstruosa, de psicópata serial, y podríamos enumerar un sinfín de etcéteras. En nuestro país hubo, por supuesto, infinidad de exploraciones. De los clásicos se puede mencionar a Nekrodamus de Oesterheld y Lalia, o el propio Alberto Breccia con sus memorables transposiciones de clásicos del terror (El corazón delator, La gallina degollada). Más cercano a nuestro tiempo, los Cuentos de terror de Carlos Trillo y Eduardo Risso (de reciente edición) son un exponente de calidad dentro del género.
En esta lista, desde Indie Hoy acercamos tres propuestas variadas del comic de terror contemporáneo de estas pampas: una obra que dialoga con historietas de corte más mainstream, otra que evidencia rasgos más experimentales y un clásico contemporáneo del terror nacional.
The Purple Oblivion, de E & E Plissken y Diego Simone
Plissken
La editorial Plissken apuesta fuerte al género de terror con una historia que impacta por su poder visual. Jessica Knot -una dominatrix que vende una droga verde y bastante extraña- conoce a James en una sesión de BDSM y lo recluta para introducirlo al culto de la Sanguijuela Sagrada. Se trata de un grupo de fanáticos místicos que, por medio de una especie de babosa repugnante que se nutre del dolor de los hombres, intentan acceder a un nuevo estadío humano a través de la búsqueda de “la nueva carne” para liberar a los cuerpos humanos de su eterno sufrimiento. “La arquitectura del ego pronto colapsará” dicen los seguidores de la secta. Y lo hacen de la manera más sádica y morbosa. Viajes lisérgicos, ritos satánicos, mucho body horror, una marcada explicitación de la violencia, alusiones a la literatura de Lovecraft y algún que otro guiño al Cronenberg de Videodrome y Shivers.
Flores secas manchadas de sangre, de Damián Connelly
Deriva Ediciones
Colmillos afilados, siluetas femeninas algo imprecisas, la oscuridad puntuada por unas manchas blancas, edificios semiabandonados rodeados de pura noche. En Flores secas manchadas de sangre la información visual -en negro y blanco, con yuxtaposiciones inesperadas- es mucho más lábil que los datos que nos provee el texto. Las viñetas de este volumen editado por Deriva, revelan y a la vez ocultan aquello que se nos quiere relatar. El libro está conformado por dos historias de vampiros. La primera, “Helena”, es narrada por un adolescente que recuerda su iniciación sexual lindante, con el terror, con una chica vampiro. El plot y la atmósfera pueden remitirnos a esa joya del cineasta sueco Thomas Alfredson, llamada Criatura de la noche. La segunda, “Una noche”, describe el monólogo interior -en clave existencialista- de una criatura chupasangre. En ambos relatos todo es devorado por una bruma espesa, clima de extramuros acuñado por la experimentación gráfica de Damián Connelly.
Legión, de Salvador Sanz
Ovni Press
Esta es la obra que puso el nombre de Salvador Sanz en el mapa de los comiqueros de Iberoamérica. Publicada originalmente en 2006 y reeditada más tarde por el sello Ovni Press, Legión cuenta con la potencia y el virtuosismo necesario de su autor como para convertirse en un ineludible del terror local. Estamos ante un escenario de desastre, de inminente apocalipsis y lo transitamos a través de cuatro personajes: un encargado de edificio con vocación de poeta, una anciana escultora, un metalero daltónico y una artista plástica llamada Azul. Esta última parece ser la causante de la invasión que adviene en una derruida Buenos Aires; ha creado un color jamás visto, El Ultramal, y los demonios se han desatado. Torsos, brazos, piernas: la gente desmembrada y acumulada en bolsas en las calles de la ciudad, y nuestros protagonistas huyendo de una acechanza monstruosa, indescriptible, espeluznante. ¿Qué es esa horda que los persigue? “El ojo de la tormenta, la pesadilla, Legión es su nombre”.