La exploración en el género autobiográfico -un fenómeno que apareció casi en tándem con la etiqueta “novela gráfica”- fue crucial para la revitalización del lenguaje del cómic “de autor”. Aunque ya habían aparecido obras medulares de esta índole (Mauss de Spiegelman, los libros de Robert Crumb y Harvey Pekar), los primeros años del Siglo XXI fueron el momento de una gran profundización de lo que hoy algunos denominan autoficción.
El “boom” también tuvo lugar en otras disciplinas artísticas. Si pensamos solamente en Argentina, en el teatro podemos citar los biodramas de Vivi Tellas, en la literatura las obras de Raúl Escari, en el cine documental a Andrés Di Tella o Albertina Carri, solo por nombrar un puñado de artistas de enorme talento. En el carril de las “poéticas del yo” narradas con viñetas, el blog Historietas Reales fue pionero. De allí surgieron muchos autores argentinos y latinoamericanos cuyas obras disfrutamos hasta el día de hoy. Autores que asumen el riesgo de lo confesional y lo comparten de manera valiente. ¿Cómo se transita el acontecer de una vida a través de las imágenes y las palabras? En esta lista cinco ejemplos notables de todo el mundo.
Todas las bicicletas que tuve, de PowerPaola
Musaraña Libros
La Aurorita, La Chopper, La Giant, La Palmirana son algunas de las bicicletas que tuvo PowerPaola y a las que evoca de manera sentida. En su último libro, el acto de andar en bici es metáfora de libertad y motor de experiencias vitales. Y a su vez, en ese pleno ejercicio de recordar, se tejen momentos dispares de una vida trashumante, instantáneas de las varias ciudades en las que la autora ha vivido. La bicicleta como figura, articula una memoria que siempre es atomizada, fragmentaria. Por eso la dibujante apuesta por una estructura narrativa no cronológica. Amores, amistades, aventuras y miedos son desplegados en un relato que juega con la circularidad, con distintas temporalidades y espacialidades. Y no sólo es desplazamiento (¿del relato?) el andar de la ciclista. Hay instantes contemplativos en los que PowerPaola se inclina por describir su marcha sobre ruedas en relación al silencio y la soledad, y allí logra desplegar una emocionalidad sutil, honda, elegante. El texto en tono poético va acompañando las tintas en negro, puntuadas por un amarillo contrastante en algunas páginas dispersas a lo largo del volumen. Dato importante: Todas las bicicletas que tuve formó parte de un proyecto editorial latinoamericano por el cual la obra fue lanzada por cinco editoras de Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador y México. Una edición de lujo.
La casa, de Paco Roca
Hotel de las Ideas
El español Paco Roca es uno de los grandes nombres del giro autoficcional del lenguaje historietístico. En La casa comparte su intimidad en torno a un proceso de duelo: tras la muerte de su padre, el protagonista y sus dos hermanos comparten unos días en la casa familiar con la finalidad de limpiarla y darle mantenimiento para poder venderla. Esa es solo una excusa para que se activen los recuerdos y se pongan de relieve las diferencias de perspectiva entre los tres personajes principales. Tirar muebles, desmalezar el huerto o revisar cajones implica, en La casa, meterse de lleno a editar el propio pasado, recuperar de a retazos el entramado de una vida, que siempre se compone de momentos tanto felices como tristes.
Whisky & Nueva York, de Julia Wertz
AlterComics
Después de detallar algunas razones por las cuales su vida se había convertido en algo demasiado rutinario y asfixiante, la autora se muda de su San Francisco natal hacia Nueva York buscando cambiar de “aire”. Tomando nota más allá de los lugares comunes acerca de la Gran Manzana, eludiendo la representación estandarizada del turismo global, Julia Wertz construye una Nueva York tan atractiva como expulsiva y ominosa. Por ejemplo, cuando la visita a un hospital público es relatada como si fuese una incursión en un campo de refugiados. Obra hilarante y adictiva donde lo central es el tono irónico con que la artista va desplegando observaciones sobre la ciudad y sobre sí misma.
Blankets, de Craig Thompson
Astiberri
Considerada por varios medios especializados como una de las novelas gráficas esenciales del siglo XXI, la historia de Blankets está contada como un diario íntimo que abarca un arco temporal que va desde la infancia del autor en un pequeño pueblo de Wisconsin, hasta avanzada su adolescencia. El bullying, la dedicación religiosa, las severas relaciones intrafamiliares, el primer amor, son algunos de los motivos temáticos que se despliegan a lo largo de la obra. Craig Thompson describe los matices de la vida cotidiana de manera extraordinaria, con una sensibilidad y un pulso narrativo exquisito, que mantiene al lector atento y atrapado a lo largo de sus casi 600 páginas.
Fun Home. Una familia tragicómica, de Alison Bedchel
Reservoir Books
Una historia autobiográfica que apunta a correr el velo de una trama familiar compleja, donde en paralelo se describe el proceso de afirmación sexual de su autora. Una de las características más destacables de Fun Home es su capacidad para ser esquiva a las sensiblerías y los golpes bajos, utilizando acertadas elipsis y fuera de cuadros. No es un dato menor, ya que muchos motivos que circulan por la historieta -el suicidio de un padre, la sujeción degradante de una madre, la represión de la identidad sexual de una hija durante años- podrían ameritar abordajes más obtusos y efectistas. Alison Bedchel elige un camino mucho más estimulante.